𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗𝐗𝐕𝐈

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Hace once años •

Un campamento de verano, esa fue la idea que Lan QiRen tuvo para que WangJi tuviera algo llamado "horizontes", ¿Por qué? Fácil, Lan QiRen no soportaba a los amigos de su sobrino, primero estaba ese Luo BingHe, un niño consentido que no sabía hacer nada más que llorar, después es Mobei Jun que se veia que seria un maleante al crecer y por último el egocéntrico presumido Hua Cheng, sin lugar a dudas su WangJi merecía mejores amigos que esos. Lástima que sus planes no salieran como esperaba, pues los amigos de WangJi prácticamente hicieron ayuno para convencer a sus padres de mandarlos también.

Y así llegamos a la actualidad, los cuatro niños dejando a todos los demas en ridículo en cualquier actividad física existente, ¿saltar la cuerda?, ¿escalar un muro?, ¿jalar la cuerda?, ¿caminata? ¿natación?, pfft todo era un fácil para ellos, razón por la cual ahora mismo se encontraban sentados junto al lago matando el tiempo.

Campamento de cuarta, no hay nada divertido. — Se quejó BingHe mientras  Y una roca al río. 

— Estoy de acuerdo. — Concordó Hua Cheng mientras contaba cartas, asi el pequeño Hong-Hong'er ya era un experto en juegos de azar. 

— Esta bien. — Respondió WangJi mientras releía las reglas de la familia Lan.

— ¡¿Donde están las espadas?! ¡¿donde están los asesinatos?!, ¡¿donde quedaron los buenos tiempos?! — Termino de decir el dramático de BingHe, mientras los otros dos cuestionaban "asesinato", menos Mobei Jun, él ya estaba acostumbrado a los dramas de su primo. 

— No entiendo como es tan popular con las niñas. — Dijo Hua Cheng mientras lo veía fijamente. 

— ¿No es obvio? Herede la belleza de mi madre. — Presumió BingHe tomando su carita entre sus manos. 

— Creó que soy mas atractivo que tú. — Sonrió burlón Hong-Hong'er.

— Que lo diga tú mamá no lo hace cierto. —Contrario.

— Mejor que tú si. — La mueca del Hua era segura.

— ¿Qué yo?, ¿qué yo? Te quedaste ciego Hong-Hong'er....

— ¿Por qué no nos escapamos y ya? — Soltó Mobei Jun con su consola en la mano.

Ambos niños que estaban listos para lanzarse lo primero que tuvieran a la mano (BingHe un libro y Hua Cheng una enciclopedia) voltearon a ver al pequeño que no soltaba su consola, era como si hubiera descubierto el secreto de la humanidad, la razón de vivir y como lograr la paz mundial, bueno, al menos para ellos era bastante similar, sonrisas llenas de malicia llenaron sus bonitos rostros, ambos pares de ojos brillaron con astucia, ahora solo faltaba convencer a la montaña, es decir, Lan WangJi alías el "Señorito responsable".

— Oye WangJi. — Lo llamo BingHe ganandose una mirada serena por parte parte de su amigo. — Sabías que solo se es niño una un vez.

— Así es perrito, los especialistas recomiendan disfutar la juventid y la niñez lo mayor posible para así tener una calidad de vida mayor. — Hong-Hong'er podía haber leido cientos de libros en su corta vida pero sin lugar a dudas ninguno de ellos recomendaban escaparse de un campamento solo porque estaban aburridos.

— ¿Es así? — Cuestionó el inocente menor de los Lan ladeando su cabeza, sus ojos dorados brillaban con una pizca de curiosidad, cosa que no paso desaprecibido por ambos pequeños demonios, ya tenían su atención, ahora solo faltaba convencerlo.

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