By your side - Spreendmc

-. ¹ .-

Neferet's pov
8:54 p.m

- Chau Vicky hasta mañana - le grite a mi compañera de trabajo anunciando que me iba

- Chau fefe con cuidado y avisame cuando llegues - me grito vicky desde la cocina del Starbucks en el que trabajaba. Vicky me protegía mucho y eso me gustaba ya que nunca recibí ese cuidado por parte de mis padres.

- Si Vic te quiero mucho - le dije para después lanzarle un beso y salir a la calurosa calle de Buenos Aires.

Aunque sean las casi nueve de la noche acá el calor era insoportable. Salí y agarre mis auriculares para después poner en mi celular "i wanna be yours - Arctic Monkeys" era una de mis canciones preferidas de la banda.

Realmente no soy de ir con música por miedo a que me roben pero hoy tenia que pasar si o si por la calle de los viejos pajeros y prefería escuchar la joyita de Arctic Monkeys que las boludeces de los viejos.

- Eee mamita veni que te como toda - logré escuchar en la vereda del frente y sabía que era para mí, digo era la única persona en la calle.

- Vos te la comes toda viejo gorreado - le grité para después hacer "cuernitos" con mi mano derecha en su dirección.

- Ah te haces la viva veni para acá hija de puta - Gritó el viejo para después empezar a correr hacia mi dirección, mierda ahora si cagué.

Empezé a correr hacía otro lugar claramente no iba a ir a mi casa si no el viejo iba a saber donde vivo. Corrí en dirrección al monumento el lugar más concurrido y de esta manera me iba a poder dispersar entre la gente.

Y tal cual pensé tal cual pasó, aunque el viejo se haya cansado a las dos cuadras yo seguí trotando hacia otra dirección. Claramente no iba a pasar por ahí de nuevo y arriesgarme, asi que llame a un Uber. El Uber llegó y me llevó a mi departamento, le pagué y me baje rogando de que el viejo no ande por la zona y para mi suerte no estaba.

Subí totalmente exhausta para encontrarme a mi otro dolor de cabeza, mi queridísimo vecino rompe ovarios y como siempre se encontraba gritando y golpeando la mesa.

No se que concha hace para hacer tanto ruido. Harta de la situación toqué su timbre, reí al escuchar como un silencio total se formó desde su departamento y segundos después abrió la puerta.

- Podés bajar el volumen flaco, estás gritando como chimpancé - le dije como podía seguia cansada de mi reciente huida.

- Uh bueno eh tampoco para tanto ¿que te paso? parece que estuviste corriendo un maratón boluda - dijo el con su clásico tono sarcástico.

- Mira no estoy para que nos sentemos a tomar té y contarte mi día de mierda solo te digo que bajes un toque el volumen quiero dormír - dije ya cansada de tener siempre esta charla y era verdad quería dormir moría de sueño

- Dormir? son las nueve de la noche recién pareces una vieja con tus horarios y con tus gatos - me dijo riendo al parecer este pibe no trabaja o que onda

- Por lo menos yo puedo cuidar seres vivos y no se me caen por la ventana como tus plantas -

- Andate a cagar - me dijo para después cerrar la puerta en mi cara, estúpido.

- Andate a bajar el volumen chimpancé- le grite suficientemente fuerte como para que me escuche.

Entre a mi departamento para encontrarme con mis gatos Coca y Fernet, no me juzguen son altos nombres. Le puse alimento y me fui directo a bañarme estaba toda sudada por la corrida y por el trabajo.

Agarré mi celular y vi como 20 llamadas perdidas de Vic, me habia olvidado de avisarle, rápidamente la llame y le conté todo lo que había pasado, ella me insulto al igual que al viejo de la esquina. Hablamos un rato más y la despedí para irme a bañar.

11:38 p.m

Termine de bañarme, me puse mi ropa interior y un remeron. Ya estaba lista para dormir cuando escuche el timbre

- la puta madre justo cuando me acuesto - dije para mi misma para después pararme e ir hacia la puerta. La abrí y oh sorpresa! adivinen quien era.

- Tenes sal? - me dijo el morocho con el que acababa de discutir hace unos minutos. Me estaba jodiendo? Sal? quien no tiene sal amigo.

- Deja de joder flaco, si es algún tipo de broma andate bien a cagar - le dije con un tono sereno y con la cara seria.

- No es joda posta te digo ¿tenes sal? - me repitió y ahora parecía estar hablando en serio.

- Si si tengo sal, quien no tiene sal amigo. Ya te busco espérame - Abrí la puerta en señal de que entre, no iba a dejarlo esperando ahi afuera y conociéndome me iba a tardar en encontrar la bendita sal.

- Paso? - me preguntó incrédulo

- Si papito por algo te estoy abriendo la puerta, dios - le dije sin creer aquella situación

- Bueno eh perdón - me dijo abriendo los ojos. Era infumable este tipo.

Entro y empezó a analizar todo mi departamento. Coca al parecer se despertó y fue hacia el comedor donde estabamos el y yo. Ahora que lo pienso nisiquiera se su nombre, increíble deje entrar a un desconocido a mi casa.

- Como se llama? - me preguntó el morocho mientras acariciaba a mi gato

- Coca - me miro sin creerlo, pensaba que lo estaba descansando - No de verdad te digo se llama Coca y su hermano Fernet - le dije con una sonrisa orgullosa, que buenos nombres que habia elegido

- Wtf amiga no te voy a mentir son originales pero wtf - dijo el mientras acariciaba a mi michi y yo buscaba la sal.

- Como te llamas? - le pregunté mientras abría y cerraba puertas de la alacena

- Spre- Iván - me dijo corrigiendo su error, quién se equivoca con su propio nombre? este tal Iván es raro. - Vos? - me preguntó levantándose de el piso para después apoyarse en la mesada de la cocina.

- Neferet - le dije y bingo! encontré la Sal siempre me costó mucho encontar cosas tan sencillas como la sal o mis llaves.

- Ya entiendo porque le pusiste esos nombres a tus gatos, vos tenes un nombre raro - me dijo mirándome y esperando que le diera la sal.

- Ojo Iván que te tiro la sal en los ojos. Y mi nombre no es raro es hermoso, viene del egipcio y significa "mujer hermosa" - le dije con orgullo mientras le entregaba la sal y caminaba hacia la puerta con el detrás siguiéndome.

- Bueno Nef gracias por la sal, mañana te la doy - me dijo Ivan saliendo por la puerta.

- Bueno Iván espero que ya no seas tan insoportable con el tema de los gritos eh - le dije mientras cerraba la puerta, pude escuchar como murmuro algo pero no pude distinguir el que.

Sin darle más vueltas al asunto fui y me acosté en mi cama con Coca y Fernet. Rápidamente caí dormida, había sido un día muy cansador