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El reloj del auto marcaba las 3 de la mañana, no había vehículos en las calles y las luces eran de baja iluminación, aun así Lionard no podía arriesgarse a que seamos descubiertos, por lo que tuvo que conducir con las luces apagadas unos 20 metros antes de llegar a la mansión.
Los ojos del pelinegro estaban tan rojos, que me daba demasiado miedo que termine cerrándolos frente al volante.
ㅡLas luces están apagadas ㅡDigo cuando ya estamos frente a la mansión.
De seguro Milene ha debido estar buscándome, tendré que darle una buena explicación cuando despierte.
ㅡNo hay problema con eso.
Lionard no parece sorprendido ni atemorizado, lo que me llega a deducir que no era la primera vez que se escapaba de casa.
ㅡVamos ㅡApaga el motor y sale después de mí.
Rodeamos la casa y entramos por un pequeño pasillo de atrás. Pensaba que las habitaciones solamente se ubicaban en el piso de arriba, sin embargo, conseguimos ingresar por una habitación de la planta baja en la parte trasera de la casa.
No comento nada mientras la inspecciono; hay muchos osos de peluches, y casi nada de lo que en realidad hay en una habitación, parece más un depósito, me pregunto a quién pertenecerá.
Lionard queda hipnotizado en la cama de cobijas rosadas, mientras que yo vuelco la mirada hacia el techo que está repleto de telarañas. Deduzco que la habitación no ha sido utilizada por nadie en mucho tiempo.
Dejo a Lionard hacer lo que esté haciendo y me enfoco en los cajones del escritorio. Soy muy curiosa de eso no hay duda, tras que abro el primero encuentro un montón de dibujos pintados con crayola, afirmo que es de un niño, pero por la cobija rosada en la cama, aseguro que la dueña de los dibujos era una niña.
No entiendo ninguno de los dibujos, así que no presto atención al contenido. Hasta que, en medio de ellos encuentro una nota con bolígrafo sobre papel periódico.
ㅡSalgamos de aquí ㅡHabla de repente Lionard.
Ocasionando un salto de mi corazón por el susto, guardo el papel periódico en mi vestido y empiezo a quitarme los tacones para no hacer bulla al dirigirme a mi habitación.
ㅡ¿Qué te sucede? ㅡPregunto cuando el chico camina cojeando delante de mí para abrir la puerta. Lo primero que se me viene a la mente son Anne y su hermanito ¿En serio pensaba que iba a ocultarlo para siempre?
ㅡNada ㅡEvita mi mirada.
Entonces olvidando la paciencia que debería tener, lo sostengo de los hombros y lo giro. Ambas de mis manos van a sus mejillas obligándolo a mirarme. Claramente hoy no iba a salir ileso, lo supuse desde que presencié las amenazas de Anne.
ㅡNo quieres que yo intente mentirte, pero tú si puedes mentirme ¿Acaso es justo? ㅡProtesto tratando de que mi voz no suene tan fuerte.
Lo peor es que ni siquiera dice algo para responderme ¿sólo lo acepta nada más?
ㅡ¿No vas a decir algo? ㅡPregunto un poco cansada de su silencio.
ㅡLo lamento, Amy.
Es la primera vez en la que estoy consciente y escucho mi nombre saliendo de sus labios.
ㅡ¿Otra vez te disculpas? Es la segunda vez que lo haces en la noche ¿Acaso piensas que con una disculpa vas a arreglar las cosas? ㅡPierdo mi paciencia.
Recuerdo que esa misma palabra mi madre me la repetía una y otra vez, después de haber sido víctima de mi padre ¿Por qué creía que eso iba a cambiar las cosas? ¿Por qué se veía culpable cuando todo el tiempo había sido una víctima?
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70 horas junto A Tí #PGP2022
Lãng mạnSabes exactamente que 72 horas son equivalentes a 3 días y 3 noches; pero ¿Qué sucede cuando el tiempo que acabas de deducir lleva a tan sólo 70 horas? Amy Raldoom no es la chica más inteligente en su escuela, de hecho podría describirse como la peo...