INTRODUCCIÓN

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•°|♡|°•

Habíamos llegado a las ocho de la noche a la casa de los abuelos de mi mejor amiga, la música se escuchaba a metros de distancia, las luces parecían iluminar prácticamente todo el pueblo... ¿Esto una casa? ¡Es una mansión, señores!

ㅡMi mami me dijo una vez que no debo beber bebidas alcohólicas ㅡDigo con una voz chillona de niña pequeña y obedienteㅡ Aunque... ella no está aquí.

A mi lado, Milene no tarda en soltar una carcajada por mi perfecta interpretación, dejándome con una excelente satisfacción al darme a entender que logré hacerla sonreír en medio de esta situación que no pinta de mucha emoción.

No sé exactamente cuál es el problema de su familia, pues casi nunca toma el tema, de hecho, podría asegurar que su tía Lyla es la única a quién menciona fuera de sus padres y hermano. Sus abuelos eran completos desconocidos, mucho más sus tíos y demás familiares a lo poco que ella me ha mencionado al llegar aquí.

Doy una vuelta en mi lugar y puedo visualizar algo que me llama la atención; un largo mesón en L. Mismo lugar que está bastante iluminado con foquitos de varios colores y un estante repleto de bebidas.

Soy consciente que Milene no toma alcohol hasta ahora, pero con tan sólo ver a un chico joven muy guapo repartiendo las bebidas, es suficiente para tentarme directo a aquel lugar...

¡¡Sin miedo al éxito Amy!!

Aún siento la compañía de mi tímida mejor amiga tras de mí, cuando camino en dirección hacia la perdición.

ㅡ¿Puede servirme una? Sí que hace calor aquí ㅡAgito mis manos frente a mí, a la altura de mi pecho.

El chico me mira sin la intención de obedecer a mi petición, podría decir que ni siquiera le importa tener probablemente a la chica más hermosa de la fiesta.

ㅡ¿Qué edad tienes? ㅡContinúa ignorando mi petición.

¿Acaso notó que soy menor?

ㅡ¿Acaso importa? ㅡAhora sonrío de forma coqueta.

Mi mente me exige que este chico debe caer ante mí. Pero no parece tan impresionado y mis intuiciones se vuelven reales cuando señala un letrero en la pared:

«Está prohibido la entrega de bebidas alcohólicas a menores de edad.»

¡¿QUÉ?!

Frunzo las cejas.

Imposible.

En la ciudad esto no hubiera pasado, nadie en su sano juicio dejaría en ridículo a Amy Raldoom.

Suelto un gruñido de molestia y me alejo de ahí lo más antes posible, con Milene detrás de mí.

ㅡNo voy a negar que tiene unos hermosos ojos azules ㅡSuspiro, aun recordando lo cerca que estaba de ese extraño.

ㅡ¡Amy! ¡Te recuerdo que tienes novio! ㅡMe reclama Milene tras escucharme.

ㅡY él no está aquí.

Seguimos caminando entre la gente, sin saber qué o a quién buscamos. Parecemos desorientadas, mucho más si tomamos en cuenta que todos tienen la impresión de ser mayores que nosotras.

Entre todo el bullicio y la gente, Milene logra encontrar a su tía, la anfitriona de la fiesta. Intercambiamos saludos y luego nos separamos. Pues la loca de su tía, ya estaba bastante subida de copas.

Con tan sólo dar una vuelta a este salón, me doy cuenta que la fortuna de sus abuelos es elevada. Si hubiera sabido que mi mejor amiga es millonaria, quizás la podría haber incentivado a enfrentarse a la odiosa Natasha Madersen (la chica popular en la secundaria donde estudiamos) pero lo tenía tan bien escondido que jamás lo podría haber imaginado.

70 horas junto A Tí #PGP2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora