[honey-bunny] |2|

185 13 0
                                    


"¡No es justo! Yo gané T-T" leyó del cuaderno.

—¡No ganaste nada, mentiroso! Mira cuidadosamente la hoja, te ahorcaste Kookie.—se burló el castaño con una sonrisa traviesa.

Esa era su primera "cita"—aunque cayeran en la negación de que "sólo eran amigos"— y querían jugar algo divertido ya que estaban en la cafetería de siempre. Se decidieron por jugar "stop", pero ambos eran malísimos en ello así que lo dejaron luego de empezar a inventar colores, entonces decidieron jugar otra cosa, y puede que TaeHyung haya hecho un poquito de trampa, pero un poquito nada más.

En vez de escribir las casillas correctas para la palabra que había escrito y dejarlo así, cada vez que Jungkook se acercaba un poco a descubrir todo, agregaba más casillas y cambiaba la palabra.

Admiró el puchero molesto del alfa mirándolo con los ojos entrecerrados sospechando, pero Tae sonrió angelicalmente como si nada.

"Vayamos a un arcade" propuso el pelinegro mediante letras y el moreno hizo una mueca.

—No soy bueno en otra cosa que no sea Mario Kart.—dijo hablando con sincera verdad.

El contrario sonrió y relució sus dientes de conejito. "Mario Kart será." Así que ambos se levantaron y TaeHyung le dio el dinero de la parte de la cuenta que le tocaba, dejó que el alfa fuera a pagar mientras él iba al baño para mirarse al espejo.

Aunque estaba más que claro que JungKook no dejaría que TaeHyung ayudara a pagar, quería ser un buen chico e invitarle como cortesía por haber aceptado salir.

—¿Y como te está yendo con él?—preguntó Jae, qué hoy estaba cubriendo a su compañera Chaeri. Jungkook suspiró y le sonrió emocionado.

—¡Me está yendo genial! Dios, jamás imaginé que algo así pasaría.—susurró inclinándose sobre el mostrador como si le contara algo íntimo.—Es tan hermoso.

Jae rió por lo enamorado que sonaba.

—¿Qué sea sordo no es como...—se tocó la barbilla pensativo, en busca de la palabra correcta.—un impedimento si van a tener una relación?

—No, por supuesto que no. El amor es... como la música, es un lenguaje universal, ¿entiendes?—el pelirrojo negó con el ceño fruncido.—Es como- —Se interrumpió a sí mismo al ver a TaeHyung aproximarse.—, otro día te cuento, Jae.

Le sonrió a Tae cuando estuvo frente a él y se despidió del barista, tomó —con timidez pero con determinación también— la mano de su acompañante sintiendo su piel cálida y suave, justo como la había imaginado. JungKook tomó aire mientras le sostuvo la puerta.

Por otro lado, era difícil para TaeHyung respirar cuando el chico que tanto le gustaba le tomó la mano con total tranquilidad, como si no supiera que con esa pequeña acción ya le aceleraba el corazón y ponía rojitas sus mejillas, pero él tampoco se daba cuenta de que eso era un deleite visual para los ojos del alto.

Con bastante disimulo y discreción, Jungkook metió el dinero del castaño en el bolsillo de la chaqueta de TaeHyung.

Recorrieron varias calles, sin soltar sus manos a pesar de que estaban sudadas, pero a ninguno le importaba mucho, más fuerte eran las ganas de seguir sintiendo mariposas en el estómago.

Caminando unos minutos más llegaron al arcade, y al cerrar las puertas de metal del colorido lugar, el omega, aturdido, llevó sus manos a sus oídos y cerró los ojos con fuerza.

—¿Tae? ¿Estas bien?—preguntó preocupado y asustado, el pelinegro. Llevó sus propias manos a las de Tae y acarició sobre ellas.—¡Hey!

Pasó un minuto y el bajo abrió de a poco sus ojos cuando el molesto beep se fue y se sintió mejor, sacudió su cabeza tratando de alejar aquel momento. Miró al frente y Jungkook lo miraba confundido y preocupado. Contuvo la respiración, con vergüenza, bajó la mirada hacia el suelo y se inclinó hacia adelante en una reverencia.

Lovey-Dovey 💕 KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora