14.- Un poco malvado.

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Bruno entonces sintió como se debilitaba, cuando de repente, estaba en un lugar oscuro, lo reconocía a través de sus pesadillas de hace tiempo atrás. Pero algo cambió, había iluminación verde.

Había arena en el suelo, se escuchaba un tic tac, cuando vio que una figura se paraba frente a el. Era de nuevo, el mismo de aspecto grotesco, con ese cabello horriblemente despeinado, su sonrisa chueca y las ojeras más oscuras que la noche cuando no veía la hermosa luna brillando, y lo peor de todo, esos enormes ojos verdes brillando, eran hipnóticos y realmente aterradores. en lugar de la ruana, vestía un abrigo muy largo y pesado color verde. Traía ratas en la espalda, chillaban, pero con tonos de burla.

- Bruno...veo que toda tu vida se fue al carajo...- Bruno secaba sus lágrimas - Tu hija, Mariano, Verónica, ese asunto en serio está difícil...-

- Ya no quiero seguir, intenté todo, más no pude...-

- Este es tu destino, Bruno, estás por dar un gran cambio en tu vida - esa cosa parecía que caminaba alrededor de Bruno, no lo hacía tocando el suelo, al parecer flotaba entre la arena, está formaba espirales alrededor de Bruno, sentía como si fuese una serpiente enrollándolo.

- Has sido un buen hombre, dulce, inocente, pero muy tonto...dejaste que la gente te corrompiera, ni siquiera tu familia te terminó de amar -

- Cállate, solamente quieres que yo sea como tú -

- Oh, cachorrito, no soy alguien que no sea tu, creo ni siquiera sabes quién soy -

- Se quién quieres o pretendes ser, pero ya por favor, no quiero hacer mal - Bruno comenzó a sentir presión, sentía que lo apretaban, miró que era, era el cuerpo de una serpiente, no sabía dónde estaba la cabeza.

- Por favor...sabes que me da...-

- ¿Miedo las serpientes? Brunito, tú has sido una pequeña rata toda tu vida, intentando sobrevivir y estar tranquilo con ti familia...pero siempre hay un depredador mayor, la serpiente aplasta a la rata, no la deja continuar, hasta que...¡Push! Sus entrañas por dentro se aplastan y sus pulmones se quedan sin aire...-

Bruno luchaba por respirar, pero no podía, entendía el mensaje que el otro Bruno le quería dar a entender.

- Esa serpiente acaba con el pequeño roedor...la gente te ha tratado tan mal, te han hecho sufrir bastante, todos tus amoríos que has tenido...simplemente tiran de tu cabello y te dicen que has sido el más hermoso, cuando solamente quieren cogerte... - Bruno recordó todas esas veces, Héctor que vino de México, cuando se enteró de que tenía otra familia, Verónica...esa perra que había hecho creerle que Sabrina era su hija...

- P-por favor...N-no r-respiro... - Los anillos llegaron hasta el cuello de Bruno, dando un fuerte tirón.

- Jajajaja, te ves ridículo - dijo el otro Bruno divertido de ver a Bruno asfixiado. - Te ves como cuando tu familia te terminó haciendo a un lado -.

- ¿F-familia? -

- Te tenían miedo, tu nombre fue prohibido, porque...¡¿Quién hace tabú el nombre de un familiar?! Fueron ellos, de no ser por tu madre ni tus tontas hermanas, nadie te tendría miedo, ellas siempre se creyeron mejores que tu, jamás te entendieron, recuerda...cuando eras el hombre bajo la luna, llorando y pidiendo una vida felíz...-

La luna, parecía darle paz a Bruno en momentos difíciles, más cuando su familia lo hacía a un lado.
Tenía razón, nunca lo amaron...

Tuvo recuerdos, cuando era peinado por sus hermanas y se enojaba, pero luego de esto le daban un enorme abrazo, para que luego lo terminaran dejando.
Su fiesta de cumpleaños 16 donde ocurrió su primera vez, esa maldita le arruinó la vida en parte.
Pero siempre estaban sus ratas y la hermosa luna, dónde lloraba.

Cuando sintió que se estaba finalmente muriendo, los anillos desaparecieron, Bruno tosió tomando aire de rodillas en el suelo. Fue cuando vio que el otro Bruno le ofreció la mano.

- Tu eliges...ser el chico bueno que siempre sufrirá, o ser yo... dejarás el dolor y todos los que te dañaron pagarán como tú quieras, les traerás ese futuro al que tanto temen...¿Me aceptas como tú destino? -

Bruno con lágrimas en los ojos, supo que ya no había camino, si volvía, lo atraparían para luego quien sabe que hacerle. En cambio, si decidía ese camino, por fin cobraría su venganza.

Entonces Bruno le dió la mano.

•••

Bruno reaccionó y estaba en el momento en el que llegó al lago. Se sentía diferente.

- Mhm...mhm...no se habla de Bruno-no...no...no- cantaba con su mente en blanco, comenzó a caminar hacia la casa, dónde se escabulló por una ventana, llegando a dónde era su antigua guarida. Desde la primer destrucción de casita no visitaba ese lugar, pero debía de planear algo.

Se asomó por algún lugar, viendo que la gente seguía esperando que el vidente saliera, lo esperaban con antorchas y llevaban sogas para atarlo.

Bruno ya no era el de antes, su cordura pareció irse, no podía pensar en nada más.

- Terror en su faz, ratas por detrás...-
Canturreaba con una voz tan aterradora que si Toñito o Sabrina lo escuchaban se pondrían a llorar.

- No...se habla de Bruno...¡No se habla de Bruno, no, no, no! Jajaja - comenzó a reír.

- Este es mi futuro, mi destino...todos van a pagar...-

El pobre Bruno ahora estaba trastornado, la soledad y los comentarios de la gente finalmente lo enloqueció.

Bruno era ahora el verdadero inombrable.

El final ya es el siguiente capítulo :0

Bajo la luna // Bruno Madrigal Donde viven las historias. Descúbrelo ahora