Kim Doyoung es el chico más inteligente del salón, el más dedicado a sus estudios. Sus calificaciones siempre son perfectas.
¿Que pasará si lo juntan con el chico coqueto y popular para hacer un trabajo?, Puede que el pasado este a su favor, o tal v...
Doyoung se encontraba entrando a la cafetería en la cual se vería con Johnny, cuando cerró la puerta del local se dedicó a visualizar el lugar para encontrarlo. Y su mirada paro en una de las últimas mesas, en la cual estaba Johnny agitando su mano para que Doyoung pudiera verlo. Lo admitía, estaba sorprendido de que ya estuviera ahí. Se encaminó a la mesa terminando por sentarse en frente de él.
—Puntual — dijo Doyoung alzando las cejas.
—Bueno, me gusta ser puntual — contesto Johnny con una sonrisa.
—Si, volviendo al tema, el trabajo...
—Oh vamos niño intelectual, relájate — lo interrumpió.
—John, de verdad debemos hacer este trabajo y...
—Oye lo sé, pero comemos algo primero y tendremos tiempo — dijo Johnny haciendo una seña para que la mesera viniera. —¿Se te antoja algo del menú? — preguntó.
Doyoung suspiro y tomo la carta, notó que vendían helado de vainilla con chispas de chocolate.
—Creo que el helado de vainilla con chispas de chocolate — susurró el chico algo apenado, Johnny sonrió levemente.
—Un helado de vainilla con chispas de chocolate y un café, por favor — dijo John hacia la mesera, la cual asintió y se fue de ahí.
—Bueno, cuéntame qué ha sucedido contigo.
—John no vine para hablar sobre mi, vengo para lo del trabajo — dijo Doyoung.
—Bien, de acuerdo, ya entendí — habló cansado de la situación y desvió su mirada.
***
El postre de Doyoung y el café de John habían llegado, ahora se encontraban comiendo y hablando sobre el tema del trabajo.
—Creo que deberíamos hacer el trabajo de los diversos lugares que pueden encontrar en Seúl, el maestro dijo que de cualquier tema, solo quiere ver el como nos organizamos junto con nuestros compañeros — explico Doyoung.
—Me parece bien, es algo que se puede hacer rápido — dijo Johnny bebiendo de su café.
Doyoung odiaba admitirlo pero la organización con Johnny era muy buena, mucho mejor de lo que creyó. El pelinegro miro hacia la ventana y noto que ya comenzaría a hacerse tarde.
—John, ya está anocheciendo, debo irme — avisó Doyoung levantándose de su asiento.
—¿Quieres que te acompañe? — preguntó Johnny levantándose de su asiento también, Doyoung negó.
—Estoy bien, puedo ir solo, gracias por el helado.
—¿Que tal nuestra cita?, ¿Te gustó? — preguntó el castaño con una sonrisa divertida, Doyoung frunció el ceño.
—No fue una cita — remarcó Doyoung la última palabra.
—Claro que lo fue, puede haber otras, si así deseas — dijo John guiñándole un ojo al chico que tenía en frente con una sonrisa, el cual estaba muy enojado.
—¿Quieres que tengamos más citas? — preguntó Johnny con una sonrisa molestando a Doyoung, el antes mencionado solo rodó los ojos.
—¿Qué eres?, ¿Un idiota? — preguntó Doyoung mirando mal a su compañero.
—Puedo ser el amor de tu vida, bonito — dijo John algo que molesto más al contrario.
—Cierra la boca — volvió a hablar Doyoung con el ceño fruncido, odiaba que Johnny actuará de esa manera, no solo le frustraba... Llegaba a creer que le gustaba esa actitud engreída y eso le molestaba aún más.
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