¡¡Temas!! Omegaverse, rechazo, infidelidad, abandono.
Era una mañana muy fría como para iniciar el invierno, solo faltaban tres días para que este diera inicio y ya se podía sentir el viento frío por todo el pueblo en aquel reino, pero para el era todo lo contrario porque en ese momento su cuerpo destilaba calor y como no hacerlo si se encontraba con una mujer en pleno acto, ella era una de las tantas omegas a su disposición por ello cuando terminó de satisfacer sus necesidades simplemente se levantó y salió de aquella habitación como era ya su costumbre desde que se volvió rey, pero su paso fue frenado por un pequeño omega.Estuviste con otra...- tu voz salió quebrada y dolida-.
Eso a ti no te importa -te respondió de manera fría- ¿Qué haces aquí de todas formas?
Eres mi pareja... sabes que no te dejaré -le respondiste con tu voz rota- Por favor ya no sigas con esto...
Yo hago lo que quiero, tu solo lárgate -te encaró con cierta molestia-.
¿Por qué?... ¿Por qué cambiaste?... Que pasó con el amor que me prometiste!!! -gritaste mientras lágrimas salían de tus ojos-.
¿Amor?... de que me sirve el amor si tengo poder -respondió con una sonrisa irónica- Puedo tener a mi disposición al omega que yo desee, así que tu no me eres glorioso.
Somos parejas destinadas! Sabes que soy el único que te ama de verdad! -exclamaste-.
No me interesa y ya deja de repetir eso... por lo único que te tenía a mi lado era por el hecho de tener un buen culo para coger -te miro de forma seria y luego te dio la espalda- si tienes un poco de dignidad dejaras de seguirme.
Tu y tu lobo solo veían como su pareja se alejaba con un caminar elegante, olvidando por completo que antes de ser rey fue un simple soldado, uno que te prometió un amor eterno, una familia, uno que ahora te dabas cuenta estaba cegado por el poder.
Ah! Y otra cosa -el alfa se dio la vuelta mirándote- quiero que dejes de decirle a todos que eres mi pareja destinada porque no lo eres... así que aléjate y mantén tu boca cerrada.
En ese momento tomaste una decisión, lo mejor sería alejarte de ese alfa que ya te había causado mucho daño, por eso cuando el invierno inició te fuiste al pueblo, en una casita alejada del castillo y de los demás, aislado de todos, tu marca con el paso de los días se torno verdoso y morado, por lo que empezaste a vendarlo pero tu salud también se vio afectada, tu piel se volvió pálida, tus ojos perdieron su brillo y poco a poco todos se dieron cuenta que ese dulce y tierno omega empezaba a enfermar.
Cuando una de las mucamas del pueblo salió y se enteró de la situación, inmediatamente le informó al rey de ello, este por aparentar frente al pueblo fue a buscarte, su lobo gruñó al verte postrado en una cama pero simplemente su ambición fue mas grande que al verte no mostro compasión alguna, lo único que hizo fue mirarte con una expresión fría y asqueada.
Te dije que no quería que me dieras problemas -siseó serio y molesto-.
Lamento causar problemas a su persona mi señor -te dirigiste a duras penas al rubio-.
Eso no compensa que en este momento este desperdiciando mi tiempo -no le importaba verte en ese estado-.
Mis días aquí ya están terminando mi señor... ya no le seré un estorbo -le sonreíste a duras penas-.
Monoma sintió un golpe en el pecho el cual ignoró rápidamente, el no necesitaba de ti ya que podía tener el o la omega que quisiera, por eso simplemente se levantó de su asiento y se fue de regreso a su castillo donde nuevamente tomó otro omega y se olvido de ti.
A finales del invierno la noticia de tu muerte fue dada... su marca de emparejamiento fue la causante junto a la depresión lo que te llevó a la muerte, después de recibir la noticia se encaminó a tu hogar y comprobó que efectivamente ya habías muerto, tu cuerpo estaba sobre la cama, pálido y sin signos de respirar tenías una pequeñas ojeras y tu labios que alguna vez fueron de un lindo color _ ahora eran de un pequeño color blanco, sin cuidado alguno tomó tu maño pero esta ya estaba fría, te dio la vuelta y con sus propios ojos comprobó que tu marca parecía estar en estado de descomposición, aun tenía unas hojas pegadas a ella como muestra que habías intentado curarla de modo natural, pero claramente fallaste...
Se alejó de tu cuerpo ya sin vida, sintió arañar a su alfa en su interior, no podía sentir nada, su pareja ya no daba señales de tener esperanza, se levantó y camino hacia uno de los soldados dando la orden de quemar tu cuerpo, todos los presentes se sorprendieron, lo ordenó con tanta calma, con un semblante tan frío que solo les erizó la piel.
Acatando las ordenes de Monoma, tu cuerpo fue cremado bajo la vista de este, todo el pueblo lloró tu perdida, todos sintieron una pena y pesar por ese pobre omega que no merecía terminar de esa manera.
Pero el karma es rencoroso y tarde o temprano cobra venganza.
No fue hasta meses después que el Monoma empezó a sentir tu perdida, cuando tomaba a otros omegas te veía a ti, cuando caminaba por el pueblo solía escuchar tu risa o tu voz desesperado te buscaba con la mirada, con el paso de los días su situación empeoró, ya no solo creía escucharte ahora también alucinaba tenerte, soñaba con hacerte el amor por las noches, podía ver como entrabas en la habitación y te dejabas tomar por el, podía sentir la suavidad de tu piel y el delicioso aroma que esta desprendía pero cuando abría los ojos su realidad lo golpeaba.
Fue a finales de otoño que Neito fue a esa casita a las afueras del pueblo, estaba empolvada por el tiempo que estuvo abandonada, camino lentamente a la habitación donde solías dormir y lo vio.
Vio el recuerdo de encontrarte recostado en esta, recordó el momento en el que le dijiste que estabas próximo a morir y sus lágrimas sin descaro alguno empezaron a bajar por sus mejillas.
Amor... perdóname amor mío -pidió tomando de la mesita de noche un cofre el cual llevaba las cenizas del omega el cual un día traicionó- perdona a este estúpido alfa que se dejó segar, que no supe valorarte y que ahora no sabe vivir sin tu calor...
El rubio se recostó en tu cama y por primera vez lloró... lloro la perdida de su pareja, su lobo dejó salir ese dolor desgarrante y asfixiante, con ese mismo dolor tomo el puñal que llevaba consigo y sonrió con pesar.
Pronto estaremos junto mi amor... -y sin pensar perforó su corazón, con esperanzas de volverte a ver-.
Pero la madre luna es rencorosa , después de unos minutos esos ojos sin vida volvieron a brillar y su pálida piel volvió a tener eso color vivo, poco a poco empezó a recuperar la movilidad y su cuerpo volvió a la vida, confundido buscó con su mirada alrededor y fue que la vio, una anciana parada frente a él.
Este será tu castigo por tus pecados, por rechazar con quien yo te he enlazado, vivirás eternamente -habló la mujer mostrando un libro en su mano- tu historia a sido escrito pero esta se encuentra sin final.
Mi castigo? -preguntó Monoma aún en shock, pero al comprender de que hablaba se alarmó- pero él... mi omega... yo...
Él descansa en paz... hasta que renazca pero su vida y su destino estará unido a un nuevo alfa -la vieja mujer se acerco al alfa en el piso- tu no eres digno de su amor y menos de su perdón.
La mujer desapareció del lugar dejando al alfa con su pesar, gritó y maldijo a los cuatro vientos pero después de recapacitar, miro al cielo y gruño.
No me importa lo que tenga que esperar, yo voy a recuperar a mi omega.