Capítulo 13. Esposa.

5.9K 346 412
                                    

Estoy terminando de vestirme cuando escucho pasos en la habitación, Amelia seguramente debe estarse preguntando si ya estoy lista. Agarre mi cabello con una liga negra y arreglo el dobladillo del vestido. Oigo dos golpes en la puerta, volteo y veo la cabeza de Amelia asomarse por la puerta.

- ¿Lista?

- Sí.

Nos miramos durante unos segundos, estoy temerosa y ansiosa por saber lo que piensa. Últimamente me he sentido como una adolescente que está tratando de agradarle a su primer amor, irónico ¿no? Pero me siento así, todo los días estoy siempre tratando de estar lo más bonita posible para que me dé al menos un cumplido.

Tal vez me gustan las cosas que ella me dice... tal vez.

- ¿Quieres matar a alguien hoy? - frunzo el ceño, me mira de arriba abajo rápidamente - Estas maravillosa, madre mía, ese vestido rojo... - deja la frase al aire y suspira. Amelia se muerde el labio inferior y luego mueve la cabeza un par de veces y sale de la habitación.

Me vuelvo hacia el espejo y sonrío enormemente para mi reflejo.

- Acerté - subo y bajo mis cejas y termino riéndome de mi estupidez pero salgo antes de que Amelia me llame otra vez.

Hoy es día de Bachata.

//

Llegamos al Centro Cultural, él día de hoy no es tan frío como otros, Amelia lleva puestos unos jeans ceñidos y una blusa de una banda que de lo larga que es, le cubre su culo. Estoy usando un vestido rojo hasta mis rodillas, pero traigo ropa extra para bailar.

- ¿Así que iras a verme? - pregunto a Amelia después de bajar del coche, ella se endereza el beanie en la cabeza y me mira pensando si quedarse o no.

No se quedó la semana pasada, creo que porque siempre bailo con un chico, Sebastián, es un bailarín asistente que tengo. Nos conocimos la semana pasada, es amable, y sabe bailar muy bien, me ha ayudado a recordar algunos pasos de baile. Pero Amelia no parecía muy cómoda viéndome bailar con él, ni siquiera se quedo al resto de la clase, solo dijo que tenía que hacer algo, una cosa que resolver en el estudio.

- No sé si debería.

- ¿Sabes bailar Bachata?

Amelia levanta las cejas y me mira fijamente.

- ¿Cómo?

- ¿Sabes bailar Bachata? - vuelvo a preguntar.

- Más o menos... Es decir, me estabas enseñando, he aprendido algunas cosas - se encoge de hombros y me da una sonrisa tímida, sus mejillas se sonrojan y se rasca la cabeza. Es adorable cuando está avergonzada.

- ¿Puedes ser mi asistente hoy? - ella me mira sin comprender - Sebastián no puede venir, su hija está enferma, me mando un mensaje para avisarme - explico y ella suspira - ¿Por favor? - hago mi mejor cara de suplica y Amelia revira los ojos, me aguanto la risa al verla sonreír, sé que está cediendo. Ella se moja los labios y endereza la postura.

- Muy bien, vamos - concuerda por fin y me controlo para no hacer un pequeño baile, sólo sonrío - Simplemente no te enfades si te piso o me equivoco en algún paso.

- Tranquila - me paro a su lado y aprieto su hombro, Amelia me mira y sonríe con el contacto, le devuelvo la sonrisa - Vas a estar bien.

Espero que salga bien.

//

Estoy hablando con las parejas a las que le enseño, todavía es extraño todo esto, pero me estoy adaptando. Siempre me ha gustado bailar y soñaba con ser una bailarina exitosa, pero el plan B parece haber sido más seguro. Claro que no me arrepiento de haber llegado hasta aquí, siempre quise tener un centro cultural para poder dar lecciones de baile. Ese era el plan B.

Stupid WifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora