Capítulo 16. Solo un poco de tu corazón.

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Es sábado por la mañana, Amelia vino a despertarme para arreglar mi maleta ya que nos iríamos pronto a Miami. Estoy ansiosa, lo confieso.

- ¿Lista?

Y hablando de Amelia... Miro hacia atrás y la veo, trae un beanie, un enorme abrigo negro, sus labios pintados de rojo, que se separaron en cuanto me regala una sonrisa. Sonrio de vuelta y tomo mi maleta.

- Sí, podemos irnos.

Se escuchan pasos en el corredor y luego Louis entra en la habitación por debajo de las piernas de Amelia, ella lo mira y deja escapar una risa, atrapándolo entre sus piernas.

- Mamá, no lo hagas - él gruñe y trata de soltarse, puedo ver que Amelia no lo está sosteniendo firmemente, sólo ligeramente - Mami, ayúdame - suplica y me mira con los ojos brillantes en busca de ayuda, suspiro y dejo caer la maleta en el suelo.

- Suéltalo, Ame - le digo con la mayor calma posible y en cuestión de segundos lo suelta, Louis dispara de ella y corre hacia mí, agarrando mis piernas. Me agacho y lo atrapo en mi regazo - Listo, estás a salvo.

- Gracias, mami.

- De nada, hijo -  beso su frente y luego Louis apoya la cabeza en mi hombro, miro a Amelia y la veo con una enorme sonrisa en su rostro - ¿Qué pasa?

- Emm, nada, nada. ¿Podemos irnos entonces?

- ¡Sí! - Louis grita emocionado, lo que nos provoca una risa.

Amelia se encarga de bajar mi maleta ya que traigo a Louis en mi regazo. Luego estamos entrando en un taxi para irnos al aeropuerto.

Aquí vamos, Miami.

//

Nunca me han gustado los aviones, así que dormí durante todo el vuelo. Louis parece estar con la batería al ciento por ciento, y también feliz porque vera a sus abuelos.

- Aquí hace un poco de calor, por si quieres quitarte tu abrigo o bufanda - Amelia dijo antes de desembarcar el avión.

Sólo asiento y me quito mi abrigo y bufanda, guardo ambos en el bolsillo delantero de la bolsa y estiro mi mano para Amelia, ella sonríe sorprendida y sólo toma mi mano, después la de Louis. Salimos los tres juntos y en pocos minutos estábamos en el medio del aeropuerto, Amelia dijo que su padre debería estar por allí esperando por nosotros.

- ¿Tus padres saben acerca de mi amnesia?

- Ahora saben - dijo Amelia - No se los dije antes porque ya sabes, mis padres estaban demasiado ocupados.

Su voz era sarcasmo puro, aunque podía identificar un poco de dolor. Elegí con quedarme callada, Amelia parecía tener algunos problemas personales que implican a sus padres y no me siento con derecho de entrometerme. Cuando llegamos a la entrada del aeropuerto, ella miró a su alrededor y cuando encontró a su padre, le dio un apretón a mi mano para avisarme.

Sólo entonces me di cuenta de que aun teníamos las manos entrelazadas, pero no rompí el contacto, y sorprendentemente una sonrisa aparece en mis labios mientras caminamos hacia donde esta Tomás Ledesma.

- ¡Abuelo! - Louis exclama una vez que llegamos lo suficientemente cerca para verlo.

Tomás sonríe enormemente al ver a su nieto y sin importarle sus pantalones caros, coloca la rodilla en el suelo y abre los brazos. Lo analizo, el cabello cortó, cabello bien peinado y un poco gris, le da un aire más serio y no lleva barba. Louis agarra el cuello de su abuelo, que sonríe y lo abraza de nuevo.

- Te extrañe mi pequeño - Amelia suelta mi mano y me avisa que recogerá las maletas del carrito. Me quedo allí esperándola que volviera o al menos hasta que Tomás nota mi presencia - Luisita, es bueno verte - él extiende su mano hacia mí y sonrío antes de apretar su mano extendida.

Stupid WifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora