Beautiful Eyes - Kazutora Hanemiya

Capítulo 6

Agosto del 2003. Lo que al principio yo pensé que sería una buena tenía terminó en un desastre, un desastre que incluía la muerte de alguien.

Ese día, las sirenas de los autos de la policía habían llamado la atención de varias personas, e incluso Mikey llegó a ver lo que sucedió. Lo único que no me esperaba era verte a ti también ahí; parecías asustada y confundida, y era mi culpa por haber causado todo eso.

Yo estaba igual o peor, susurrando cosas sin sentido, y tú quisiste ayudarme aún después de eso a pesar de que trataron de detenerme.

— ¡'Tora! — te escuché gritar. — Yo sé que lo que sea que haya pasado tiene una explicación; sólo dímelo. — no me atreví a mirarte; no quería que me vieras en un estado tan lamentable. — ¡Yo sé que tú no eres así! ¡Aunque sea mírame! — aunque no te estaba viendo, sabía que estabas molesta. Tampoco podías acercarte mucho porque los policías te lo estaban impidiendo.

— Señorita, manténgase alejada.

— ¡No! Esperen, por lo menos déjenme hablar con él un momento. ¡'Tora, escúchame! ¡Lo que sea que haya pasado, sé que no es tu culpa! ¡Kazutora!

No pude hacer nada; ese fue el comienzo de algo aún peor.

Fui a la correccional y no supe nada de ti en dos años; ni siquiera sé si te tomaste la molestia de visitarme. Estuve pensando mucho en eso; en ti, en mí, en lo nuestro.

Quizás sea mejor que nos mantengamos alejados.

Sólo te causé problemas; te preocupé y no sé qué es de ti ahora. Realmente no debería estar cerca de ti.

Me ponía triste, pero pensé que era lo mejor que no estuviéramos muy unidos. Pensé que te estaba protegiendo, pero resultó ser peor de lo que esperaba.

Pasé dos años enteros ahí adentro, pensando en todo lo que pasó y lo que pudo haber pasado. Sé que no venías a visitarme porque sólo dejaban entrar a mi familia; mi mamá me dijo que la acompañaste y que esperabas poder verme pronto.

Me sentía mal; casi toda la vida sentí que sólo podía contar contigo y con Baji, pero si estabas cerca de mí sólo te iba a causar sufrimiento.

Recuerdo cuando te vi por primera vez luego de tanto tiempo; tuve muchas sensaciones juntas. Sentí nostalgia y ganas de abrazarte, de decirte que te extrañé y que quería quedarme contigo, que quería que me abraces otra vez y me des tu calidez para poder sentirme mejor. Verte me hizo darme cuenta de que tú te sentías igual; estabas feliz de verme; tus ojos brillaron de alegría cuando me viste.

Habías cambiado mucho; tu cabello estaba más largo y eso te hacía ver mucho más hermosa.

Pero ya había tomado una decisión.

— ¡'Tora! — quisiste acercarte a mí, probablemente a abrazarme como quería que los hicieras, pero no te dejé.

— Nozomi. — la forma en que te llamé por tu nombre completo pareció afectarte.