Se suponía que estaba felizmente casada y viviría la vida de un matrimonio feliz, pero en su lugar, estaba en un matrimonio sin amor. Aquél hombre que había rechazado sus sentimientos en el pasado y con quien estaba casada, la odiaba y tenía razones...
Nuevo capítulo y espero que sea de su agrado, tuve complicaciones para escribirlo porque en mi cabeza era diferente y al escribirlo, pareciera que salió diferente, pero espero que este les guste.
¡Gracias a todas por darle una oportunidad!
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Capítulo Cuatro.
Los rayos del sol resplandecían, indicando el inicio de la tarde y de una agradable vivencia para quienes pasaban por la ciudad, Sakura se sintió relajada como los demás además tenía la compañía de Naruto. Se suponía que iría a su trabajo pero sus planes cambiaron y no se arrepintió de eso.
Naruto y Sakura disfrutaban de la compañía de los dos, como siempre lo hicieron cuando eran tres, cuando estaban también con ella...
Cuando era el momento de regresar a casa, Naruto la llevó de vuelta, ella le agradeció invitándole una taza de café, el frío ya era notorio para ese momento y algo caliente era ideal para sentirse cálido y ella como señora de la casa decidió invitar a tomar algo humeante.
Disfrutaban de su estadía juntos, sin problemas hasta que llegó alguien más.
- Vaya...-
Una voz masculina, gruesa y fría llamó su atención, encontrándose con el señor de la casa, Sasuke, sus ojos negros y profundos los miraban con un destello de ¿rabia, odio o... celos? Sakura no pudo descifrarlo, pero supo que habría problemas. Se preparó mentalmente para lo que estaba por suceder.
- No sabía que estabas con... tu querido Naruto.- Dijo recalcando aquellas últimas palabras, la molestia se podía apreciar en su forma de hablar, ni siquiera hacía el esfuerzo de oírse tranquilo.
- Hola, Sasuke.- Naruto sonrió, sin maldad pero sabiendo que se acercaba un problema.
- Hmp...- Soltó, luego pasó su vista a Sakura, Sakura no era como las demás personas que terminaban agachando la mirada cuando él las observaba fuertemente, aquello le hizo recorrer una extraña adrenalina que lo dejó un poco excitado, ¿era normal que él se sintiera así, por sólo saber que Sakura no era débil ante su fría mirada? Ella parecía desprender aires de salvajismo y completa sensualidad perfecta, de solo pensar aquello se le hizo agua la boca...
- Pensé que llegarías tarde.- Sakura habló, sin dejar de verlo o bajar la mirada.
- Ya estoy aquí.- Extendió las manos, como si con aquella acción demostrara que su ser había llegado.- ¿No deberías estar en tu casa, con tú esposa?- Se volvió hacia Naruto, sin dejar su odio atrás.
- Tienes razón...-
-¿Y por qué no te vas?.- Quiso decir "lárgate ya", pero prefirió no hacerlo.- Ve con tu mujer. Digo, si quieres que te den amor, que sea tu esposa y no la mía.
