Se suponía que estaba felizmente casada y viviría la vida de un matrimonio feliz, pero en su lugar, estaba en un matrimonio sin amor. Aquél hombre que había rechazado sus sentimientos en el pasado y con quien estaba casada, la odiaba y tenía razones...
Hola, hola, lamento demorar con los capítulos pero aquí estoy, espero que les guste!! Gracias a todas por leer, votas y comentar en cada capitulo, les agradezco de corazón, eso me alegra y me alienta a seguir con este fanfic.
Tuve algunos problemas en publicar este nuevo capítulo, pasaron contratiempos que me impidieron terminarlo. Por eso les pido una disculpa.
¡Disfruten!
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Capítulo Cinco.
— Creí que no vendrías a trabajar hoy.—
— Si quieres, puedo irme.— Ella le sonrió.— Hola, Saso...—
—Hola.—Su voz fue algo duditativa, parecía estar sin tener tema de conversación.
Sakura lo notó y algo en ella le dijo que tenía que ver con su nueva vida. Aunque no tenía dudas de que se trataba de aquello, Sasori la quería y conocía sobre ella. Él había estado ahí para ella cuando su hermana y Sasuke se casaron. Había sido un pequeño consuelo. Pero ahora...
Extraño.
Era un poco extraño verle la cara a alguien con quién tuviste algo que ver. Y más estando casada con otro.
— Y... ¿Cómo estás?— Comenzó el hombre pelirrojo.
Sakura no sabía que responderle, quería decir algo pero sus neuronas no la ayudaban a responder al hombre de cabellos rojos.
— Lo lamento mucho, Sasori.— Respondió Sakura. No sabía porqué había formulado aquellas palabras, salieron de ella pero... Con una sinceridad creíble.
—¿Por qué? Aunque presentía que algún día llegarías a estar con ese idiota...—Sasori la miró y sin ser tímido o sentir vergüenza dijo:— No me arrepiento de haber sido parte de ti y estado contigo cuando lo necesitaste. ¿Por qué no empezamos a trabajar?— El le sonrió tranquilo, Sakura lo agradeció y aceptó el trabajar. —
Sakura asintió, dejando de lado la conversación anterior y se dispuso a trabajar. Tanto Sakura como Sasori eran empleados en un museo. La jornada parecía ir normal, lo podía notar y esperaba que así fuera, sin embargo una mujer de ojos perlas y un cabello negro azul y hermosa, apareció frente a ella cuando estaba por tomar su descanso. La reconoció como Hinata Hyuga, la esposa de Naruto y se notaba muy molesta.
— ¿Cómo te atreves a salir con mi esposo? —Sus ojos brillaban del enojo.
— Eh... ¿Qué? –Murmuró Sakura, sin entender, la pregunta fue sorpresiva que ella no sabía a que se refería.
