Capitulo tres:

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Aquella mañana había amanecido lluviosa, con ligeras brisas que provocaban que pequeñas gotas llegaran al rostro de las personas

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Aquella mañana había amanecido lluviosa, con ligeras brisas que provocaban que pequeñas gotas llegaran al rostro de las personas. Leila se aseguro de que Harry estuviera bien cubierto y que el paraguas los cubriera bien antes de bajar del auto. Ya había pasado dos días desde su llegada. Dos días de puro estrés y cansancio. 

Había logrado obtener todos los servicios necesarios para vivir en su casa. Había comparado alimento y objetos de cocina. Al menos tenían lo indispensable para sobrevivir. Aunque sin duda, su mayor avance había sido salir a pasear junto a Harry por el vecindario y conocer a Charlie Swan, el sheriff del pueblo y un hombre muy amable.

Este día se enfrentaba a su siguiente reto: empezar un trabajo. Ya había sido una ayuda enorme que Dumbledore hiciera lo suyo para darle este puesto, así que debía asegurarlo y cumplir con su deber costara lo que costara, después de todo debía mantener a otra persona.

Así que, agarrando el portabebés y enganchando su bolsa en su brazo derecho, se aferro  paraguas y camino hasta la puerta del hospital, donde lo primero que vio fue a un hombre de baja estatura, regordete, con poco pelo y una bata blanca.

-Ustedes debe ser la Señorita Evans- expreso sin emoción en su voz, como si estuviera aburrido.- y el, el pequeño Harry- Leila quiso expresar su molestia con un sonido proveniente de su garganta, pero se contuvo y simplemente lo dejo pasar- Me presento con el gerente Williams un conocido de Dumbledore y quien te enseñara tu nuevo trabajo.

Leila asintió y le agradeció cuando se ofrece a cerrar su paraguas por ella. Los tres entraron al hospital en el cual se veía un largo pasillo con sillas de espera, algunos doctores, pacientes y otro personas pasando de aquí para allá, perdidos en sus pensamientos. En su lado izquierdo había un cubículo cuadrado alargado con un cristal con un hueco. Ese fue su parada.

-Esta será tu oficina- El cubículo se dividía a la mitad, dejando ver una puerta de madera con un cartel que dice "Solo personal autorizado", al entrar Leila vio varios estantes llenos de cajas cubiertas de polvo. Afuera de ese pequeño cuarto, se encontraba una mesa con un computador, un teléfono, una silla y otra caja de papales en el suelo.- Tu trabajo es simple, agendaras citas, contestaras preguntas, facturaras a las personas, registraras quien viene, quien lo atiende, cuando y porque. Dentro de esa caja están algunos registros que la antigua secretaria no paso a digital. Esa será tu primera tarde. - El gerente saco de uno de los bolsillos de su bata un pequeño cuaderno con algunos papeles de colores y se lo paso- La antigua secretaria escribió esto para ayudarte con el trabajo. Tienes en tus manos todo lo que sucede y sucedió en este hospital a cualquier hora, si algo le pasa a esos registros es tu culpa e inmediatamente serás despedida. ¿Dudas?

Leila miro el libro en su mano y luego a el gerente. Negando el hombre bostezo y le dio una rápida mirada al lugar antes de ver al bebe que dormía plácidamente.

-Permití que el se quedara por petición de Dumbledore y espero no arrepentirme- camino hasta la puerta y antes de irse agrego- supongo que si necesitas ayuda me buscaras o has lo que desees, no me interesa mientras hagas tu trabajo.

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⏰ Última actualización: Jun 03 ⏰

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