Leila Evans no sabia en que momento toda su vida se desmoronó entre sus dedos.
Tal vez fue cuando aquella mujer con ropa color esmeralda y sombrero puntiagudo apareció en su casa con una carta.
O tal vez fue con aquella profecía qué sentenciaba a s...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Las cicatrices de un pasado tormentoso y memorias trágicas acompañaban la vida de Leila desde hace tanto tiempo, que ya se había acostumbrado a aquella sensación asfixiante que se encontraba aferrada a su pecho. Pero aun, aun cuando sentía que debía rendirse nuevamente y dejar de seguir luchando, ella piso el acelerador en busca de un nuevo comienzo que la alejara rápidamente de aquel mundo devastado.
Leila Evans solo buscaba con desesperación un nuevo comienzo, un nuevo lugar donde podría existir sin miedo.
Pero claro, ¿Cómo buscas iniciar una nueva historia, cuando ni siquiera has terminado aquello que dejaste atrás?
Suerte para ella, que ya no estaba sola...
O eso esperamos.
Recuerda, nunca confíes en que la vida ya te golpeo lo suficiente.
