Infiltrado - Omegaverse [EN PROCESO]

Capítulo 1

La academia U A se encontraba recibiendo a un nuevo estudiante de la clase 1 A, el chico se presentó como Kaminari Denki, 16 años y de origen filipino.

El joven se mostraba tranquilo y desinteresado, a pesar de ser su primer día de clases, cualquiera en su lugar estaría nervioso.

Cuando lo mandaron a sentarse notó de inmediato las miradas curiosas de algunos de sus compañeros, especialmente de los varones alfas, que sentían una pequeña atracción e interés en él. Pero él no sentía lo mismo ni quería hacerlo.

Las clases continuaron con normalidad hasta llegar al descanso de 10 minutos que tenían entre cada hora de clase, la gente empezó a dispersarse por el salón para hablar entre sí, menos el 'chico nuevo'.

Kaminari permaneció sentado en su sitio, sin prestarle atención a nadie a su alrededor, solo siguió leyendo un pequeño cuaderno en el que tenía algunos apuntes.

– ¡Kaminari! – El chico cerró de inmediato su libreta en cuanto escuchó su nombre, guió su mirada hasta aquella voz que lo llamaba. – Mucho gusto. – Aquel sujeto extendió su mano con una sonrisa, mostrando sus dientes puntiagudos y bien blancos.

El rubio se sintió algo extrañado e inseguro, tanto así que solo se limitó a verlo sin decir nada.

– Oh... No debes hablar japonés. – Volvió a hablar rascando su nuca algo nervioso, si su hipótesis era cierta, no habría forma de comunicarse.

– Si, si hablo. – Respondió. – ¿No me oíste hablar cuando llegué y me presenté? – Esto sorprendió al pelirrojo, ni siquiera había prestado demasiada atención al inicio, solo pudo escuchar su nombre y que era de Filipinas.

– Ah, lo siento. – Rió nervioso. – Es que hablaste muy poco, creo... Entonces, ya que sí hablas el mismo idioma que yo, ¿cómo estás? – Sonrió queriendo iniciar una conversación.

– ... Bien. – Respondió normal. – Perdón, ¿cómo te llamabas? – De nuevo, otro descuido por parte del chico de dientes de tiburón.

– Kirishima Eijirou, soy alfa, ¿y tú? – Preguntó con tranquilidad. Kaminari dudó un momento al pensar en su respuesta, pero estuvo decidido y seguro en su interior.

– Omega. – Respondió rápido.

– ¡Oh! Me parecía, debe ser por eso que sentí cierta curiosidad por ti. – Bromeó. Algo que en realidad le atraía a Kirishima era el aroma tan dulce que el rubio emanaba de su cuerpo, ¿estará por entrar en celo? ¿habrá pasado por un antes de llegar? No lo sabía, pero tampoco se atrevería a preguntar, tenía modales y sabía que preguntar eso a alguien que recién conocía no era educado.

– Supongo que si. – Sonrió levemente.

– ¡Hey, Kirishima! – Ambos presentes voltearon su vista hasta donde fue llamado el pelirrojo, un chico de cabellera negro y ojos grises se dirigía hacia ellos con una sonrisa amistosa.

– Ah, Sero, ¿qué ocurre? – Preguntó sonriendo.

– Avisaron que el profesor de Geografía no viene, ¿nos damos una vuelta? – Propuso con sonrisa socarrona, hasta notar la presencia del otro chico por el aroma dulce que había cerca de ahí. – Hey, hola. Kaminari, ¿cierto? – Alguien que sí prestó atención en clase. – Soy Sero Hanta, mucho gusto. – Extendió su mano, a lo que el rubio la tomó y apretó con cuidado.

– Igualmente. – Sonrió tímido.

– ¿Vienes con nosotros? – Preguntó sonriendo.

– ¿A dónde?

– Pero Sero. – Interrumpió Kirishima. – Si el profesor no viene se supone que debemos estudiar por nuestra cuenta. – Recordó.

– ¿Y desde cuándo eres tan estudioso? – Le golpeó levemente la espalda. – No nos dirán nada si tenemos cuidado. ¿Qué dices, Kaminari? ¿Vamos?