¿Alguna vez se han preguntado cómo fueron los primeros años de su vida?
Si lo piensas, no tenemos idea alguna de que fue lo que hicimos, lo que pensamos, o lo que dijimos. Lo único que sabemos es lo que nuestros padres nos dicen, y es bien sabido que la mayoría de las veces no nos dicen la verdad.
Si alguien te diera la oportunidad de recordar esos momentos ¿Aceptarías?
Recordar...
¿Qué es para ti recordar?
¿Recordar imágenes? ¿Sensaciones? ¿Aromas?
¿Hasta qué punto sabes que es real y qué es falso?
Pues también sabemos que tenemos la capacidad de alterar nuestras memorias en nuestro beneficio.
Pero nadie piensa en eso, porque si lo hiciera tendría que cuestionarse cada cosa de la vida.
¿De verdad fue una mala amiga o solo me harte de ella?
¿De verdad se lo merecía?
¿Soy acaso una persona capaz de cuestionar si alguien se merece algo o no?
Es curioso como las personas no logran recordar los primeros años de sus vidas.
Ahora que entramos en confianza me gustara contarte un secreto, uno que no le eh dicho a nadie jamás en la vida... yo si recuerdo absolutamente todo.
Recuerdo el día en que aprendí a caminar, el día en que aprendí a hablar, el día en que decidí ir al baño yo sola, mi primer día de escuela, mi primer beso, mi primera caída, recuerdo absolutamente todo lo que me ha pasado en la vida.
Es por eso que se lo mucho que nuestros padres tienden a manipularnos la verdad.
Ningún padre quiere que recuerdes que casi se separan cuando tenias tres, que tu padre engaño a tu madre a los cuatro o que tu abuelo golpeaba a tu abuela. En lugar de eso te dicen que desde siempre fueron felices, porque no quieren ser culpables de los traumas que desarrolles en un futuro, pero todos sabemos perfectamente que SI LO SON, que la mayoría de los problemas o traumas que tenemos son por alguna inseguridad, comentario o acción que ellos hicieron que marcaron un antes y un después en tu vida.
Solo que eso no es lo que quieren que recuerdes.
La mente humana es maravillosa, un sinfín de oportunidades, decisiones, criterios y cambios. Porque, aunque suene lógico pocas veces recordamos que la mente es la mayor responsable que las experiencias que vivimos.
La mayoría de nosotros buscamos, felicidad, dinero, amor y salud.
Buscamos ser reconocidos, y recordados, buscamos ser la persona de la que habla el profesor de historia o de literatura, pero solo pocos logran hacerlo, y en realidad no estamos seguros de si las personas que mencionan son dignas de recordar o solo alteraron la historia como nuestros padres alteran nuestros recuerdos.
¿Qué es una vida normal? ¿Qué es una persona normal? ¿En serio todos los humanos de la tierra buscan dinero, reconocimiento y poder? ¿Por qué algunos no lo desean? ¿Cuál es el verdadero significado de la felicidad, de la estabilidad, del amor, de la comprensión, del poder?
Mi vida es normal, no, creo que es peor que normal, no estudio, no tengo mi trabajo soñado, no tengo vocación, no tengo casa propia, no tengo a la persona que me ame y de todo por mí, no tengo nada.
Solo un presentimiento, uno que me dice que estoy hecha para algo más grande, que de verdad soy digna de que me recuerden, de que aún no estoy completa, de que puedo hacer más, de que puedo dar más.
Es loco, raro y según mis padres estúpido.
¿Es estúpido ser el único ser humano en la tierra que recuerda toda su vida?
¿Es estúpido recordar lo que mi madre me decía cuando estaba en su panza?
¿Es estúpido sentir que yo voy a ser la siguiente gran cosa que el mundo recuerde?
Pues sí, lo es.
Porque lo único memorable que eh hecho es mi manera de fracasar.
Pero sé que incluso pensar todo esto es ridículo, solo un pensamiento cualquiera, es decir, es la tierra, solo hay humanos aburridos, delincuencia, contaminación y calentamiento global, el mundo se va a acabar y yo solo soy un diminuto circulo en un espacio enorme llamado existencia, creo que soy el humano menos relevante del universo y lo acepto, es decir, hay personas que están condenadas a vivir siendo nada por el resto de su vida y está bien.
