La cita (primera parte)

499 20 40
                                    

Fue una eternidad, pero por fin había llegado el día de San Valentín. Collin había comprobado dos veces que todo lo que había planeado para la noche estaba listo; Al haber estado alejado de la escena de las citas durante tanto tiempo, Collin tuvo que pedirle a su padre algunos consejos y recordatorios antes de buscar los mejores lugares para la cita. Quería que fuera una experiencia que ambos disfrutaran, así que eligió Purgatorio como su destino, diciéndole a Loona con antelación. No es que fuera la primera vez para ella allí ya que habían salido unas cuantas veces con el novio de Octavia con el resto de su familia.

Collin terminó de ponerse el corbatín morado y comprobó el resto de su ropa que había elegido para esta cita: Como era una noche especial, el querubín oveja se había puesto una chaqueta de esmoquin morado oscuro con una camisa blanca por dentro y botones morados pero sin pantalones; El poder ocultar sus cosas en su pelaje le permitía pasearse semi-desnudo sin riesgo de ofender a alguien, además a él personalmente nunca le gustaron los pantalones ni la ropa interior, siempre se sentían raros en la entrepierna y la cola. Echándose un poco de colonia, Collin se miró al espejo para ver si su cabello estaba perfecto y su halo brillaba como la luz de la luna. Incluso comprobó sus dientes y estaban blancos y relucientes, cortesía de sus padres: A veces tener a dentistas por padres tenía sus ventajas, aunque tuvieras que escucharlos constantemente preguntando si estabas usando bien el hilo dental.

"Bien, Collin. Puedes hacerlo." pensó el querubín oveja agarrándose al lavabo y suspiraba. "Has practicado tus líneas. Has repasado todo el plan. Incluso los de reserva. Esta va a ser una gran noche... o el traje que llevas será el que uses en tu funeral. Aunque no sé quién me matará primero si meto la pata: ¿Loona o Blitz? Tal vez los dos."

De pronto sonó su teléfono. ― ¿Hola?

"Hola, noviecito."―rió una voz familiar, haciendo que Collin pusiera los ojos en blanco. ―. "¿Mi hijo está listo para su gran cita? ¿Debería empezar a hacer planes de boda desde ya?"

―Vamos, papá...―refunfuñó Collin sonrojándose y frotándose la frente. ―. Loona y yo somos amigos, papá. Es una cita entre amigos.

"Claro, eso fue lo que le dije a mis padres cuando salí por primera vez con tu madre."―contestó el papá de Collin con tono burlón en la otra línea. ―. "Pero en serio, Collin. Sólo quería saber si estabas bien. Quiero decir, hace tiempo que no sales con nadie y la última chica que te gustó resultó ser un completo monstruo."

Collin frunció un poco el ceño al pensar en Keenie y su antiguo enamoramiento de ella. Aunque a estas alturas había superado su traición y sus muertes, a veces le dolía pensar en ellos. ―Papá, Keenie se... se ha ido... murió mucho antes de condenarse, y la he superado. Loona ha sido una buena amiga, y quiero compensarla dándole una noche especial. No sé si saldrá algo de esto o no, pero quiero intentarlo. Aunque me sorprende que a ti y a mamá les parezca bien que salga con una demonio.

"Bueno, siempre he creído en la paz entre nuestros dos reinos, así que no odio a los demonios. Además, la forma en que tú y ella han sido amigos durante los últimos cinco años... Estoy seguro de que es una buena chica. En cuanto a tu madre, bueno, sabes que es una amante de los perros, ya con eso tienes su sello de aprobación."―respondió su padre.―. "Solo diviértete, hijo. Hazla feliz y tú sé feliz. Eso si, todavía no quiero ser abuelo, así que si terminan en la cama juntos ¡no se enloquezcan!"

― ¡Papáaaaaa!―gimió Collin, pero su padre ya había colgado.

...

"¿En serio estoy haciendo esto?" pensó Loona mientras se miraba en el espejo, llevando la ropa que su hermanastra y sus amigas le habían ayudado a elegir para su cita con Collin esta noche. Aunque admitía que le lucía, una parte se sentía extraña porque no era su estilo habitual: Era un vestido rojo de lentejuelas de una sola pieza con mangas largas que tenía destellos de estrellas en la cintura, la parte superior del pecho y las zonas de los brazos, el cual Octavia había insistido. Sinceramente, su hermana menor estaba muy obsesionada con las estrellas, pero Loona suponía que eso era cosa de los Goetia. Aunque Loona llevaba su habitual collar de pinchos, tenía tres pentagramas conectados, dos pequeños color rojo rubí con uno grande color dorado, algo para demostrar que aunque podría estar en una cita con un ángel, seguía estando orgullosa de ser una demonio. La perro infernal optó por no usar zapatos ni medias, ya que de todas formas era difícil encontrar su talla, y siempre se sentía bien con todo el pelaje posible expuesto... "Además, Collin no llevaría pantalones, ya que los odia, así que en cierto modo vamos a ir a juego en ese sentido" pensó. 

Pasar la Página (TRADUCCIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora