Valentine's Day With JAEYONG

Chapter 5: My House is Your House

Aprovechando que el sólo estaba ocupado por la mañana y JaeHyun hasta la noche, TaeYong citó al menor en su casa.

Hace tiempo, mucho tiempo no se habían visto en la casa del pelirrojo, y ocupaba una segunda opinión para su remodelación así como la simple presencia de JaeHyun como no la tuvo ayer.

Claro que podía soportar estar sin el menor, pero si se presenta la oportunidad de estar cinco minutos con él los utiliza bien.

Fue por el castaño en su auto, un viaje de 20 minutos de ida y otros de venida, relajantes en cierto punto, incluso pasaron por comida rápida, bebidas y demás cosas chatarras.
La dieta nunca dura más de un mes pero las horas de ejercicio y práctica lo compensa -siempre y cuando alguien que no deba se entere-.

Al entrar al departamento, todo se veía impecable. Incluso le daba pena entrar u ensuciar pese a que estaba limpio.
Aunque no podía quedarse afuera.

–¿Qué haces ahí parado?– Preguntó el dueño dela pieza dejando su saco en el perchero y sus zapatos en el mueble de la entrada. – Siéntate dónde gustes, yo prepararé la comida que trajimos– Pidió sonriente quitándole las bolsas a JaeHyun, yendo al mesón de la cocina.

Jung obedeció al mayor, sacando su teléfono al sonar por un mensaje de Johnny. Y debajo de esa conversación se hallaba la suya con TaeYong.

–No le he agradecido por los regalos de ayer ¿Cierto?–.

–No es necesario un agradecimiento. Veo que te gustó la camisa que te dí, con eso alcanza– Le sonrió.

Y cómo JaeHyun no podía dejar que hiciera todo él solo, se levantó y fue a ayudar a TaeYong a poner la comida y más en platos, con el cuidado de no ensuciar ni un poco.

–¿Por qué parece que se acabará el mundo si ensucias?– Río, le parecía algo gracioso su actuar.

–Está tan limpio que no lo quiero arruinar–.

–Se va a ensuciar en algún momento. No importa–.

Procedió a sacar unas bebidas del refrigerador y JaeHyun llevó la comida a la sala sentándose correctamente en el sillón donde pronto se acomoda TaeYong, subiendo sus pies al asiento bajo él, poniendo el plato en sus piernas y su cabeza en el hombro del menor prendiendo el televisor.

–¡Oye!– Se pasó el bocado. –Quiero pedir tu opinión para la nueva decoración que pienso ponerle al lugar–.

El castaño vio alrededor, no se veía mal.

–Me parece bien como está ahora–.

–Ajá pero ya son 4 años igual y lo quiero cambiar– Cambiando los canales y bebiendo.

–Igual, ¿Por qué le importa mi opinión? Es su casa no la mía. Decore como usted quiera–.

–Jumh-, puchereó con la boca llena. –Me importa tu opinión. No interesa que no vengas seguido, las veces que lo hagas quisiera que te sientas cómodo con el ambiente aquí, y no como ahora que cuidas cada paso–. Dejó el plato de lado y abrazó a JaeHyun por los hombros. –Esta es tu casa también, ¿Entendido?–.

Sin contenerse, el menor le robó un beso.

–Está bien, corazón– Y le robó otro beso.