Perdida

Cambios un poco drásticos

La vida a veces da cambios inesperados solo queda de uno si aceptarlos y seguir con tu vida o vivir en el pasado y en lo que podría haber sido.

Ella no sabía mucho de que iba a ser de su vida, pero estaba asustada, no está mal estar asustada, es lógico sentirse así mientras vas en un jet privado con un persona que acabas de conocer, viajando a Londres y saliendo por primera vez de tu país natal y camino a un país donde no conoces a nadie, no tienes sustento, donde vivir, absolutamente nada, ni siquiera trajo su celular!

Era dejar toda una vida atrás, dejar su casa, cambiar de rutina, comenzar a trabajar para un extraño. Reflexionando en su mente, se dio cuenta que no dejaba atrás nada algo tan valioso para arrepentirse de vivir esta experiencia, de vivir el momento. Ella no tenía familia, ella no tenía agente que se preocupara por ella, además de un par de conocidos y una que otra persona del trabajo.

No sabe muy bien porque decidió que era una buena idea, va ella no tuvo mucho voto en esa decisión, solo un hombre muy apuesto y  con ojos jade, que se encontraba cenando con Oliver cuando llegó corriendo al comedor, le ofreció un puesto de trabajo por su bolsa de cerezas a cambio, alegando que son sus favoritas, qué clase de persona hace ese tipo de propuesta fue casi inevitable aceptar, pero lo que menos se hubiese esperado es que ahora esté viajando hacia Londres con el mismo millonario rudo y cara seria, dormido en su hombro.

Si tenía que ser sincera, la relajo un poco el echo de tener a  Ethan babeando su hombro.

Osi por si no sabían el millonario se llamaba Ethan Davis, eso decía su tarjeta de presentación, pero no le tomo mucha importancia a lo demás, quedó muy compenetrada viendo cómo la miraba, diría que un poco perturbador, pero ella solo quería un buen trabajo y el chico no se veía nada pobretón y después lo re confirmo cuando subieron a un jet privado y por los guardias de seguridad, estaba empezando a pensar que Ethan no era un simple empresario rico.

Por más cómoda que se sentía, el miedo no se iba, necesitaba escuchar a Harry en estos momentos, y bueno en un minuto de desespero despertó a Ethan para preguntar si le prestaba su celular para escuchar música o algo así.

Sacudió un poco su hombro, de verdad no quería que se despierte de mal humor y no le preste el celular, pero sorprendentemente eso no ocurrió, simplemente se paró con un semblante serio que de verdad le intimidó y le pidió a la azafata por unas canciones de Harry. Luego volvió a su lugar y permaneció serio sin ninguna expresión en su rostro mirando el celular.

Se escuchaban por todo el jet los acordes de From the Dining Table, se hubiera conformado con su celular pero eso era mucho mejor, sentía como todo su cuerpo se relajaba y caía en un profundo sueño, mala idea.

Despertó en una habitación inmensa, que parecía valer unos cuantos millones, pero claro no fue en lo primero que se fijó sino en la vista del ventanal que tenía a su izquierda, por el cual se veía mitad de Londres bajo una lluvia de estrellas que iluminaba toda la habitación.

Luego de su trance mirando a las estrellas decidió salir a explorar en donde estaba.

Si, estaba asustada de no saber dónde estaba pero no la afectó, quien la hubiese raptado y puesto en una habitación de tantos millones.

Por su mente pasaron muchas cosas más, hasta que captó una dulce melodía acompañada de una voz tan hermosa que reconocía perfecto, Harry Styles y su sencillo Sing of the time.

Harry Styles salvándola otra vez como no.

Ya había conseguido trabajo por él, y por la bolsa de cerezas, y pronto se daría cuenta que fue una de las mejores cosas que le pasaron en la vida.

Pero por ahora estaba concentrada en seguir la dulce melodía de la voz de Harry, estuvo un largo tiempo tratando de encontrar el lugar del que provenía, habrán pasado unas 7 canciones, pero por suerte al comenzar la 8 entró por una puerta y se encontró a Ethan bailando en la cocina con Sunflower detrás, claramente se le unió.