Perdida

Tortura 2/2

El primer día de tortura siempre era el mas divertido, algunos disfrutaban mas los últimos cuando por fin el cuerpo del torturado quedaba sin vida, ver todo lo que hiciste, ver todo lo que sufrió, les daba satisfacción, pero a mi me gusta mas verle a los ojos a la persona, y que sapa lo que le espera, que ya sapa lo que va a venir, ver el miedo en sus ojos, la desesperación, al comenzar con los primeros golpes, los primeros cortes, si, eso es fantástico.

En el tercer día de tortura, deveras estaba exhausto, quería volver a casa, todas las ganas de venganzas se esfumaron en mi.

El cuerpo sin vida de Mike.

Pensé que un sentimiento de poder, superioridad invadiría mi cuerpo, que estaría satisfecho por lo que había hecho, pero en cambio sentí decepción, estaba decepcionado de mi mismo, fui cegado por el enojo, deje todos mis valores de lado, sabía que no era la primera vez, pensaba que lo había dejado atrás. Era un magnate mafioso pero no era un psicópata.

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Un Ethan de 9 años, futuro líder de una de las mafias más importantes de Londres, juega con en el enorme patio de su casa, jugando con los pájaros, haciendo de cuenta que es un príncipe y que tiene que defender su castillo, con su espada de juguete y su casco un poco grande para el tamaño de su cabeza. Había agarrado un par de objetos de la habitación de sus papás, una sábana para atarla al cuello y había encontrado un arma, como la de los videojuegos, la guardó en sus pantalones. 

Eso había enfurecido a su papá ni bien vio a su hijo con el arma en sus pantalones. En uno de sus agarres de furia lo estaba arrastrando hacia una parte del enorme jardín en donde no los podían ver con facilidad.

Ethan sufrió de muchos abusos de parte de su padre a lo largo de su vida, era de algo de lo que no se sentía orgulloso, era de algo que él nunca habló con nadie. Él se había convertido en el hombre que su papá quería que fuera, aprendió a usar una pistola a sus 9 años, ya no jugaba con la espada de juguete sino que defendía su castillo con un arma cargada, con el tiempo se dio cuenta el juego ya no tenía sentido si no había pájaros para matar, y empezó sus clases de defensa personal, en las cuales un profesor contratado por su padre lo molía a golpes y el tenia que encontrar la manera de defenderse o de salir corriendo, por lo general terminaba desmayado por las heridas causadas.

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Intente escribir en primera persona creo que salió desastroso, no me gusta escribir todo así pero si quieren y les gusta más, va.