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Fue un día tranquilo, gracias a Dios la madre de Simón no preguntó mucho, pero la verdad sentí un poco de incomodidad por parte de su hermana pero mejor no digo nada.

- Oye Simón, ¿Y tú papá? - me atreví a preguntar sin saber nada sobre su vida interna
- Mi papá está trabajando casi la mayoría del tiempo está en su empleo, ya que pues es arquitecto y es un trabajo de tiempo completo y dedicado - me limite a sonreírle.
Llegamos a nuestra habitación de hotel, Simón me había ofrecido quedarme en la casa de su mamá (donde también vive él) pero yo rechacé la propuesta ya que me daba un poco de pena dormir en esa casa cuando apenas conocí a su madre y hermana.

...

- ¿Qué tal mi familia?, bueno parte de ella - Simón me miró curioso mientras estábamos sentados en la cama viendo la televisión.
- Me cayeron muy bien, ya ví de dónde salió esa inteligencia que te traes - ambos reímos y nos besamos.

El beso pasó de dulce y tierno a ser alterado y necesitado.

  
Antes de que sigan leyendo les advierto que el siguiente contenido son escenas +18, Si no te gustan este tipo de escenas solo salte del capítulo y espera el siguiente ツ y si eres menor de edad solo diré que te lo advertí.
No me hago responsable de algún trauma, etc.
  

Los labios de Simón bajaron a mi cuello humedeciéndolo y dejando unas cuantas marcas en él, sus manos se dirigieron a mi cintura y las mías a sus hombros.
Éstas jugaban con su cabello mientras que las suyas viajaban dentro de mi blusa poco a poco la fue subiendo hasta deshacerse de ella las mías repitieron su acción, sus labios eran entre secos y suaves, recorrían mi pecho hasta llegar a mi brasier donde le costó trabajo desabrocharlo; mi mente lo captó rápidamente y mis manos ayudaron su acción.
Su lengua humedecía mis senos causando una sensación de placer y gemidos que salían de mi boca, pero necesitaba más, así que mis manos se deshicieron de su pantalón y las suyas del mío.
Sus labios continuaron su recorrido explorando cada parte de mí hasta llegar a mi abdomen donde en seguida se encontraba la única prenda que portaba.

- ¿puedo? - preguntó mirándomela los ojos
- Con gusto - fueron las únicas dos palabras que se me ocurrieron para no decirle un simple "si"
Ambos quitamos las prendas que sobraban para quedar completamente desnudos, por consiguiente introdujo sus dedos en mi v*gina y empezó a moverlos generando una sensación de placer que de vez en cuando hacía que mi espaldas se arqueara.
Él se acomodó de tal forma para que ahora si quitara toda la privacidad que existía entre nosotros.

...

Después de hacer el amor nos enrollamos en las sábanas y dormimos abrazados piel a piel sin ninguna tela que nos cubra nuestra privacidad.

Cabe aclarar que no soy muy fan de escribir estas escenas pero en especial esta siento que fue un poco difícil porque literalmente no me imagino a un Simón Vargas haciendo esto jaja.
Perdón por la tardanza pero aquí está el capítulo ;).
Los quiero <3

Los quiero <3

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El Amor Perfecto | Simón Vargas | MoratDonde viven las historias. Descúbrelo ahora