Capítulo 36

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  Después de la escuela, Mu Yao no fue al laboratorio hoy, justo después de la competencia, ella puede relajarse durante unos días, y no tiene inspiración para la competencia el próximo mes.

Ahora, al salir de la familia Mu, la distancia de la comunidad a la escuela no es muy grande, pero también es necesario tomar cuatro paradas de autobús, no está lejos de la escuela. Es muy conveniente llegar a la comunidad, también es una de las razones que considero para alquilar allí.

No es que Mu Yao nunca haya tomado un autobús antes. Antes de venir, trató de pedirle al conductor en casa que no lo recogiera, y ella tomó el autobús con sus amigos para jugar, por lo que no era extraño.

Después de meterse en el auto, Mu Yao se mantuvo en la barandilla del automóvil para estabilizar su cuerpo antes de sentarse en el asiento vacío.

En este momento, Chen Qinghui, que acababa de salir de la puerta de la escuela, le dio una palmada Jiang Yan a su lado, "hermano Yan, mira a la niña en el autobús, ¿es Mu Yao?"

Mirando a través de la ventana del automóvil, solo se podía ver a una chica de piel clara y delicada, la cara lateral, tan hermosa, se puede reconocer de un vistazo.

"¿La familia Mu no envió un automóvil para recogerla? ¿Cómo puedo tomar el autobús?", Preguntó Chen Qinghui con curiosidad.

Los ojos oscuros de Jiang Yan miraron a Mu Yao por la ventana del auto, y luego recordó que Mu Yao se mudó de la casa de Mu. No debería tener mucho dinero, y ahora tiene que tomar el autobús hacia la escuela.

Pronto, el autobús se fue.

Chen Qinghui recibió sus ojos: "vamos, Yange, Lu Chen todavía está esperando, ahora son las cuatro en punto, todavía hay mucho tiempo para la noche, no te demorará en ir a casa".

Recientemente, no sabe que paso con Jiang Yan que ya no participa en sus actividades nocturnas, aunque tomen algo juntos, tiene que irse a casa antes de que oscurezca, lo cual es inexplicable.

Mirando el autobús que sale, Jiang Yan entrecerró los ojos y levantó las cejas: "¡No vas todavía?"

"Vamos, vamos, vamos a ir ahora".

Después de diez minutos, Mu Yao regresó a la comunidad.

La comunidad se construyó relativamente temprano y ya está un poco en ruinas. El edificio tiene solo siete u ocho pisos de altura y no hay ascensor instalado. Afortunadamente, la residencia de Mu Yao está en el tercer piso, por lo que incluso si sube las escaleras, no se cansará.

"Quiero dinero otra vez, ¿no te acabo de dar trescientos la semana pasada? dime, ¿a dónde fue el dinero?", una fuerte voz femenina vino de las escaleras.

"Normalmente fumo, compra agua, y almorzamos al mediodía. Ahora solo me queda cincuenta en mi cuerpo". El hombre que habló claramente carecía de confianza.

Cuando Mu Yao caminó arriba, vio a la pareja caminando hacia abajo.

Estaba a punto de sacar la llave para abrir la puerta.

"¿Eh? ¿Se alquila la casa de la señora Huang?" La voz de la mujer que acaba de regañar a su marido se detuvo. Ella vio a Mu Yao de pie en la puerta del tercer piso, y preguntó con duda, 

"Oye, ¿eres un nuevo inquilino?"

 "Hola." Mu Yao volvió la cabeza y saludó a la otra parte.

En el siguiente segundo, el esposo y la esposa que estaban parados en las escaleras eran estúpidos. La niña frente a él era blanca y tierna, y los colmillos eran suaves, la cara era blanca y la boquita estaba roja, incluso un par de los ojos negros tan hidratante que no puedes quitarte los ojos de él.

El marido y la esposa generalmente solo ven a personas de aspecto guapo en la televisión, pero ahora esta niña es aún más hermosa que las estrellas en la televisión.

No, se ve demasiado bien.

La mujer recuperó sus sentidos por un momento y respondió muy incómoda: "Oh, vivo arriba de ti"

Mu Yao asintió, abrió la puerta y entró en la casa.

No fue hasta que la puerta estuvo cerrada que la mujer giró la cabeza y quiso alejar a su esposo.

Al momento siguiente, vi a mi hombre mirando a la puerta sin parpadear, como si quisiera ver a través de la puerta de hierro. La mujer está enojada y ardiendo. Tiró del brazo de su esposo.

Después del divorcio, el jefe se disfrazó de mi perroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora