Una noche más en las que disfrutaba a mi flaca, sus ojos cafés descansaban y mientras tanto yo la apreciaba. ¿Cómo la fama y el vicio me habían echo olvidar mi verdadero hogar?, ¿me merecía aquella vida?, tenía tantas preguntas y a pesar de que no tenía una respuesta, al ver a Anastacia, sabía que aún en medio de la duda ella sería mi respuesta... daría lo que fuera por tener más tiempo aquí, disfrutando de su calor.
¿Cómo será cuando me vaya?, seguramente me odie, no soportaba el echo de alejarme, sé que no había marcha atrás de todo... a pesar de perder en esta, estoy dispuesto a buscarla en las vidas que sean necesarias para poder amarla.
ay mi flaca, te amo con el alma.
— ¿Cuánto tiempo llevas así? — dijo algo adormilada, reí un poco.
— No mucho. — besé sus labios rápidamente y ella sonrió.
— Estás algo frío. — dijo tocando mi frente, revisando mi temperatura. — ¿te sientes bien? — cuestionó algo preocupada, asentí tranquilo.
Anastacia, si supieras que vos sos lo único que me mantiene aquí y tu calor es mi única salvación.
— Estoy bien flaca, abrázame que necesito tu calor. — dije sincero, aquella sonrisa que tanto amo apareció de nuevo en su rostro y me envolvió entre sus huesos, calentándome, acogiéndome, haciéndome sentir en mi hogar, en donde debí estar hace tanto tiempo. — Te amo Anastacia, y me chupa un huevo que vos no lo hagas. — Carcajeó, a pesar de decir su nombre completo no se enojó, sonreí, parecía que ya no la jodía. — Lo nuestro es un poco complicado, y a pesar de ello quiero que sepas que te amo... todo podrá estar echo mierda pero sos un ángel en este infierno que llamo vida Ann.
Finalicé, y a pesar de que su silencio me solía matar, hoy me regalaba paz. Sabía que aunque no obtuviera respuesta de ella, no me arrepentiría de recordarle mi amor cuando me vaya.
— Tomás. — habló después de unos minutos. — También te amo. — y esas palabras eran lo que tanto anhelaba en un pasado, me hicieron sentir vivo por un momento, Dios mío, me abandonaste y me dejaste varado, más sin embargo te agradezco por tener esta bendición. ¡Ella me ama!, al fin lo dijo, algo tan sencillo para los demás, me llenaba el alma por completo a mi. — No puedes decir que vives en un infierno teniendo la vida que llevas. — dijo cambiando el tema, reí levemente ante su sutileza. — Plata, fama, probablemente chicas hermosas, ropa de diseñador. — suspiró pesadamente. — Vives el sueño de todos Tomás.
— Ann, la fama te consume, el dinero tarde o temprano se va, las no reales te roban la energía . — suspiré. — y un abrigo de diseñador no me regalaba el calor que tú me das, muy tarde comprendí que no debí dejarte a pesar de todo... ni todo el dinero del mundo me regalaría el podio que obtengo cuando te tengo.
Una lágrima en su mejilla rodó, pero su mano la eliminó. Sus ojos cristalinos me veían con atención y después de un gran suspiro ella habló.
— Aún estamos a tiempo de crear algo. — y ahí, mi corazón se rompió, tiempo... no me quedaba mucho y a pesar de pensar que ningún diablo me podría detener al tenerte, finalmente me equivocaba. — Dejémoslo fluir. — simplemente asentí, mi cabeza era un lío.
No contesté más, sólo quería disfrutarte sin pensar en aquel futuro que tanto deseaba, pero sin embargo, ya no me pertenecía.
Perdóname por llegar tarde mi flaca.
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N/A:
No sé pq me tardo tanto en actualizar esta fic si desde hace tiempo está terminada en borradores xd