capítulo uno

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|Degel de Acuario|

Todos los Santos de Athena se escontraban al frente del castillo del Dios Hades. El castillo de empezó a desmoronar, de ello se veía a lo lejos al Dios del inframundo subir los escalones hasta llegar al cielo; en donde se encontraba el lienzo perdido. Todos estaban un tanto aterrorizados ante la presencia del Dios.

Por otro lado en el santuario, en donde se encontraba Athena/Sasha, Thenma, Yuzurija y Yato.

—¡Maldición soy un inútil!—el caballero de pegaso se lamentaba. Sus lágrimas no tardaron en hacerse presente en su rostro—Y no solamente Dokho, también los demás caballeros dorados que dieron sus vidas.

Sasha por su parte se sentía muy apenada ante la tristeza de Thenma, pues ella entendía perfectamente cómo él se sentía.

—No ganarás nada llorando. —una voz femenina se hace presente.

Todos voltearon a ver a la dueña de la voz, se trataba de una caballero de bronce, aquella ocupaba una máscara para poder ocultar su rostro, su pelo celeste se agitaba confirme a la brisa del viento.

—¿Qué dices?—la rabia de el castaño era notorio en su voz al momento de interrogar a la joven—¡Además quién eres!

—Yo soy la caballero de bronce de cisne. Soy T/N de cisne—se presenta—. Y cómo dije, seguir llorando no arreglaras nada. Las lágrimas no traen a la vida a los muertos.

—¡Tú no sabés nada! —él ataca a la joven con rabia.

Ella logra esquivarlo con facilidad, es en ello cuando ella empieza a desprender el frío de su cosmos, era tan frío que pudo congelar el puño de pegaso. Thenma cayó de rodillas ante el ataque de T/N.

—En vez de andar llorando—ella se voltea hacia a él—, debes de pelear por aquellos caídos.

Yato y Yuzurija estaban impresionados por su cosmos frío.

—Aunque ella sea una caballero de bronce—Yato veía a T/N—, tiene un inmenso cosmos frío que la hace aterradora.

Thenma por su parte se levanta para verla. Ella tenía razón. Tenía que pelear por los caballeros caídos durante esta guerra Santa. Él logra mantener la calma y tratando de controlar su ira que llevaba dentro.

—Lo siento. —se disculpa.

Ella manea la cabeza.

—Me da gusto que se hayan detenido. —habla la Diosa.

T/N al ver a Athena, ella se inca ante ella.

—El señor Sísifo solicitó la retirada, tal y como usted lo ordenó. —le informa.

—¿Retirada? —pregunta unicornio.

Ella asiente.

—En estos momentos es imposible llegar hasta Hades—explica Sasha—, porque para ello debemos de llegar al cielo; a donde se encuentra el lienzo perdido.

—Sí me disculpa, Athena—ella hace una reverencia—, debo marcharme.

Ella asiente.

—Thenma—Yato le da un golpe a la cabeza al castaño—. ¡Por sí no lo sabes nuestro enemigo es Hades y su ejército!

—¡Eso ya lo sé!

Yuzurija suspira.

(...)

Thenma se encontraba en el templo del patriarca, en donde él meditaba lo ocurrido, inclusive las palabras de la caballero.

El recuerdo de un adiós  ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora