Siempre voy a tener una vela encendida para ti, aunque tú te hayas olvidado de mí, porque aunque no hablamos más, tú sigues presente en mi día a día, mi madre me pregunta por ti, ¿pero ahora? Ahora no sabes ni que existo, porque si tan solo, tú subes una historia a Instagram diciendo que si no colaboro te vas a ir, no voy a colaborar. ¿Acaso tú pones de tu parte? No creo. ¿Pero tanto te cuesta entender que duele? ¿Tan difícil?
¿Dónde se han escondido todos los recuerdos? ¿Dónde los has guardado?
Lo difícil de una amistad o relación, no es olvidar a la persona, sino los recuerdos. Es eliminar esa carpeta que tienes guardada en la galería con su apodo, o como lo tenías agregado en WhatsApp o los abrazos de despedida de ese invierno que quedamos con el grupo de amigos a patinar en el centro de la ciudad. Lo echo de menos. Te echo de menos. Echo de menos todo. Mi familia, mis amigos, todo. Ahora solamente me quedan cinco, antes éramos seis, y tú has dejado un hueco allí y no tienes pensado volver.
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Cuando todo se va a la mierda
KurzgeschichtenCuando todo se va a la mierda es una historia que con un capítulo corto, puedes aprender mucho y te puedes sentir reflejado en él. Todo lo que vas a leer aquí, son más de mis reflexiones y experiencias que he podido vivir o llegar a imaginar, así qu...