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Capítulo 3: "¿Ya te había visto antes?"

Continuando con el recorrido de la lámpara de noche, este se sentía tan honrado por salvar una diminuta vida como la de la mariquita que había en sus manos, aunque esta más bien intentaba escapar de las de él.

- La casa te va a gustar -mencionó- seguro te llevarás bien con Paige, es muy divertida cuando se trata de imaginar cosas; Tony emm ... bueno, es Tony, algo gruñón y malhumorado, pero se le agarra cariño. Steak es también un buen compañero, aún me pregunto si se asusta cuando cocinamos parrillada.

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Mientras Shrignold elegía qué lugares visirar primero pensaba en su amiga Kipi.

- ¿Qué pasa si se fue y nunca regresa? ¿Y si se la llevaron? ¿Tardará demasiado? ¿¿SE LA COMERÁN VIVA?? No, no, no Srignold, cálmate, ella seguro se fue a ... ¿Tomar aire? Ugh ... No puedo, debo ir a buscarla.

Con muchas interrogantes en su cabeza, la mariposa emprende vuelo hacia la zona boscosa con la esperanza de encontrarla sana y salva, aunque sus miedos le hagan creer lo contrario.

Luego de unos minutos se topa con una figura grande con otra más diminuta en manos, esta emitía ruidos muy agudos. No le llamó la atención hasta que reconoció a quien le pertenecía esa voz.

- ¡Ah! ¡Kipi! ¡Sí la secuestraron! Hasta que mis inseguridades sirvieron de algo.

Decidió seguirlos a escondidas, ya que actuar al instante no sería seguro.

La figura grande se detiene en frente de lo que parecía ser su casa, y para escuchar lo que ocurre por dentro, el ser con alas se asoma a la puerta sigilosamente.

- ¡Familia, ya llegué!

- ¡¿Qué diablos Larry?! ¡Son las 2 de la madrugada!

- Ah bueno, regreso más tarde.

- ¡Imbécil regresa!

- Yo también te extrañé, Tony. Y antes de que me reniegues por salir tan tarde mejor agradéceme, sin mí esta pequeñita hubiera muerto sola en medio del profundo y desolado bosque.- activó su lado dramático mostrándo a Kipi.

- Oow ¿En serio? -dijo Paige- Ay cosita, ¿Estás bien?

- *cof* *cof* ¡Casi me mata! *cof*

- Jaja bien hecho señor de la noche. -rió irónicamente el reloj.

- Pero si gritabas por ayuda.

- ¡Porque me trajiste a la fuerza! ¡Auxilio! ¡Ayuda! ¡Ayúdenmeee!

- Tranquila, shh ... tranquila chiquita, ven, ven aquí, no te haré daño, ven. -Paige se acercaba lentamente a la mariquita y darle un abrazo.- Eso es ... shh ... ya está.

- Te dije que se llevarían bien.

- Tú cállate.

La situación se había calmado en la casa, pero por el otro lado de la puerta...

- Hay más de uno ... parece que discuten ... ¡Kipi está gritando! ... Ya no la escucho ... ¡YA NO SE ESCUCHA A NADIE! ¡KIPIII!

Con todas sus fuerzitas reune velocidad para derribar la puerta y con todo el miedo del mundo enfrentarse a lo que venga. Por supuesto sonaba como si tiraran piedras o cayera un balonaso a la puerta, cosa que alarmó a los demás porque, obvio, no es normal que suenen golpes a la puerta en plena madrugada ¿O sí?

Larry se ofreció a abrir y con lo que se topó literalmente lo dejó en el suelo ya que Shrignold lo golpeó justo cuando estaba en su delante. Tanto el reloj como la libreta se quedaron paralizados con lo recién ocurrido sin saber qué hacer.