Capítulo 4: " Bienvenido "

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Se sentía la tensión en el aire.

Es decir, era buena la iniciativa de la lámpara acompañarlos, pero ... en los zapatos de Shrignold es como si el secuestrador de tu amiga quisiera amistar contigo.

Se escucha feito, pero así es.

- ¿Qué tiene de especial? -se pregunta Lamp durante la caminata- usualmente no puedo interferir en los sueños de otros, pero con él es distinto... como si compartieramos el mismo sueño ¿Por qué? ¿Qué sentido tiene? ... O es una conexión estelar mística o debo dejar de mezclar cosas vencidas en mi boca.

- ¿Me sigue observando? -susurra la mariposa a su amiga.

La pequeña voltea con discreción, encontrando una mirada ... ¿confundida? ¿perdida? No sé, sus ojos ni estaban mirando en la misma dirección.

Por si las dudas, sí, así se pone su rostro cuando nuestra lamparita piensa por un largo rato.

Sin saber qué responderle a su amigo se limita a levantar los hombros. En ese momento, ambos se percatan que habían llegado al bosque donde Shrignold había sido llevado luego de "aquella trágica noche" ...  y sobre ellos estaba el instituto. Ahora, Shrignold con la seguridad de que puede llamar al guardia del insti por si pasara algo, se detiene, toma aire y decidido le encara al de atrás con un "¡Suficiente! Si vas a intentar algo más, ¡Hazlo ahora!". Sin embargo, el objeto siguió caminando como si nada.

Tal parece que se perdió en sus pensamientos ... demasiado.

- Si la naranja es anaranjada ¿Por qué la manzana no es amanzanada? ¿uvanada? ¿O banana? No espera, ese ya existe.

- ¡Oye tú! eeeh ¡Lucho! -le grita Shrignold

- Es Larry

- ¿Ah, sí? Tiene cara de Lucho, ya que, ¡Larry! -vuela rápidamente hacia él, quedando frente a frente- ¡Ó-ye-me! -procede a tocar su vacía cabeza de lámpara.

- ¿Qué? ¿Qué-qué pasa?

- Aah ... Que ya hemos llegado, ya te puedes regresar a tu casa. -le indica con una voz que denota agotamiento, por el viaje o por él, es igual.

- ¡Oh, sí, claro! Ejem, lamento de nuevo el malentendido ... amm ...

- Shrignold

- Sí, lo siento, Shrignold, que pasen buen día. -dijo mientras se alejaba.

- Gracias por la compañía, adiosito -Kippi sacude su manita de un lado a otro.

Sin más que decir, ambos pequeñines se elevan hasta las nubes, ingresando al instituto ... otra vez.

Una vez allí se dirigen al cuarto de Kippi. Mientras la mariquita acomoda las sábanas, el de alas amarillas suspira pesado- que noche santos cielos, solo quiero dormiiir.

- ¿Sabes? A pesar de todo, me caen bien.- comenta alegremente Kippi

- ¿Hablas de la casa de locos?

- Jaja sí, sobretodo la señorita Paige, fue muy amable.

- Sí, pero ... los otros dos ... me preocupa vivir cerca a ellos.

- A mí no

- ¿Aún si uno te llevó a la fuerza?

- Ya nos explicó que fue un malentendido, y en parte yo salí sin avisarle a nadie así que también fue mi error, upsis.

No sé quedó satisfecho con esa respuesta, mostrando aún su disconformidad mientras tendía sus sábanas con una leve furia.

- Ay Shrig, si te soy sincera, comparado a lo que he visto antes, ellos no parecen ser peligrosos.

- ¿Ah, No?

// ○•♡●° "Un Sueño Compartido" °●♡•○ // DreamLoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora