Escape.

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El celular del albino había vibrado unas veinticinco veces desde que desactivo el modo avión, miro la pantalla y el nombre en ella, en seguida marco asustado. La insistencia de las llamada de la chica le habían preocupado enseguida— ¿Y si algo le pasó a Valt? —se preguntaba impaciente mientras escuchaba el sonido de la llamada en espera, sin embargo, teniendo en cuenta el horario probablemente ella estaría durmiendo a esa hora.

No hubo respuesta. Ese simple hecho lo impaciento más, quería dar media vuelta y conseguir un boleto de regreso a su hogar, sin embargo, el hecho de que estuviera profundamente enamorado y quisiera ganarse la bendición del padre de Valt no lo eximia de sus responsabilidades en la empresa de su familia. Dio un suspiro de pesadez agachando la mirada, centrandose nada más que en la fotografía del Aoi la cual, sobra decir traía de fondo de pantalla.

Estuvo cinco minutos parado agarrando la maleta con fuerza, sus pies no se movían ni un centímetro, las ganas de girar sobre sus talones y correr hacia el amor lo invadían. Luego de rondar e imaginar miles de escenas de romance en su encuentro con el azulino decidió guardad el celular en su saco y caminar hacia donde el chófer lo esperaba para llevarlo al hotel.

—Señor —saludo haciendo una reverencia— lo llevaré al hotel.

—No es necesario, vamos directo a la empresa y más tarde iremos al hotel. Quiero regresar cuanto antes.

—Si señor.

Él iba a pasar un mes en ese país, un mes lejos de la persona a la cual ama no le agradaba en absoluto. Pero, solo tenía que estar algunos días con los inversionistas y todos eran en diferentes fechas, por ende pensó que tal vez podría regresar uno o dos días a Japón para encontrarse con Valt.

—Yo lo amo y él, después de decir que iba a luchar por mi amor resulta que se va y además no responde las llamadas.

El Aoi se encontraba tomando, apenas iban tres latas de cerveza pero su cuerpo sentía que se había tomado un barrio completo. La castaña, simplemente se dedicaba a observar su tan infantil comportamiento.

—Shu es una persona muy ocupada, debe de estar con algo de trabajo o así —trato de calmarlo con sus palabras.

—¡No!, Si de verdad me amara él respondería las estúpidas llamadas. Me salí de mi casa por él, porqué no lo aceptaban y ahora ni siquiera responde. ¡Es un idiota! 

—¡Tú eres el idiota!, Shu es mucho mayor que tú por ende, tiene más responsabilidades y tiene empresas que cuidar, sus intereses son importantes. Valt, si tanto dices que lo amas deberías de apoyarlo en su trabajo.

—.... Pero aún así.... me hace mucha falta, lo extraño.

—Ni siquiera ha pasado tanto, no seas exagerado.

—Lo sé... le llamaré.

Saco su celular y marco el número del albino. Shu, estaba en una reunión que había convocado de última hora. Llegando, no quería perder tiempo aunque a sus subordinados no les agradaba eso.

—La empresa les promete convertir sus productos en productos internacionales, además, la publicidad promete un aumento en las ventanas de hasta un veinte porciento en los primeros meses. Nosotros nos encargaremos de enviarlos a las demás planas por el mundo, los costos de producción obviamente correrían por su cuenta y... —su explicación fue interrumpida por la vibración de su celular—, permítanme un momento —saco el celular y vio la pantalla, al ver el nombre de su niño no iba a dejarlo sonar más— por favor, lean las carpetas que están sobre la mesa, enseguida regreso —entro a una oficina que estaba justo a lado de la sala de juntas. Respondió— Hol...

—¡¿Por qué no respondías?! —lo interrumpió un grito del Aoi— te eh estado llamando desde temprano, te extraño y tú ni siquiera piensas en mí —lloriqueo un poco.

—Valt, ¿Estás borracho?

—¡Si, y ahí muchos hombres guapos aquí! —aunque Shu sabía que no lo decía enserio, también le hervía la sangre de celos al pensar que alguien pudiera aprovecharse de la inocencia de Valt.

—¡Valt, sal de ahí en este mismo instante! —le ordenó con molestia.

—¡Tú no me mandas!, Si tanto quieres ven por mí, ¿Dónde estás Shu?

—Que más quisiera mi amor pero, ahora mismo estoy en una reunión de trabajo en España. No piense ni por un segundo más que no quiero estar a tu lado, yo también tengo cosas de las que me tengo que encargar.

Valt comprendió que estaba siendo muy infantil en ese momento, pero— ¿Quién podría culparme? —pensaba, pues lo amaba y lo quería a su lado— Lo siento Shu —se disculpo después de un momento de reflexión

—No te disculpes, se que me fui sin decir nada y es mi culpa, debía avisarte por lo menos —Shu había ido a responder a la oficina continúa a la sala de juntas, el secretario toco un par de veces antes de abrir la puerta.

—Señor, los inversionistas esperan, quieren algunas repuestas.

—Enseguida voy ...

—Shu —susurro Valt— no quise molestarte mientras trabajas, yo de verdad lo lamento y se que debería apoyarte pero me gustaría hacerlo a tu lado, estar contigo y hablar de tus negocios así yo no entienda nada.

—Valt, también me gustaría que estuvieras conmigo.

—Te amo Shu, ve a trabajar y haz que ellos inviertan en tu empresa. Se que lo lograrás

—Gracias mi amor y Valt, también te amo.

La llamada termino y ambos sonrieron, Shu regreso a la reunión mientras Valt se tomaba el resto de la cerveza se un solo trago.

—Ya lo decidí Aki —la miro con una mirada de convicción— me iré a España con Shu, me voy a escapar con él.

—¿Y la universidad?

—Me vale madres, quiero estar con Shu. Hablaré con el rector y le diré que cancelaré mis clases por un tiempo.

—Asi se habla perro —como por arte de magia su demás amigos estaban en ese bar, Aiger fue él que llegó primero con ellos.

—¿Y ustedes que hacen aquí? —cuestiono la chica.

—Paseando al nuestros perros —dijo sarcástico el rubio de orbes azules—, ¿Qué más idiota?, Vinimos a emborracharnos hasta olvidarnos de quienes somos.

—Pinches ebrios.

—Mira quien habla →_→—Daigo volteo los ojos—, pero bueno Valt, ¿De verdad piensas ir con él?

—Sip, lo amo y quiero apoyarlo. Además ya me salí de mi casa, ¿Qué más puedo hacer?

—Uyyy será un escape bien romántico —sonrió Ken.

—Cuenta con nosotros.

Sonrieron todos.

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Continuará.
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Me case con mi cuñado(?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora