RICARDO

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Los últimos años había tenido una serie de peleas con bandas rivales, los lagartos tejanos, las cobras del sur y los gatos monteses habían estado en disputa desde que tenía diez años. Recuerdo la primera balacera que vi en mi vida, solo tenía once años, una banda rival se enfrento en mi barrio, murieron dos personas y resultaron cuatro heridos.

- Amor, aun no te levantas - mi novia Margaret era un niña rica que por alguna razón termino con un vago como yo, había ido a alguna fiesta y me había acostado con ella, y no quiso separarse de mi - a las tres tenemos que estar con Fernando y su novia.

- Déjame dormir quieres - lo admito era un pedazo de basura para la sociedad, desde los dieciséis había tenido antecedentes penales en la policía,  vandalismo, drogas, peleas, portación de armas y toda la porquería que esperarías de un joven con una familia criminal. 

- Hare el desayuno, fui a la despensa ayer, me pagaron bien esta semana - ¿Cómo una chica como esta prefiere vivir con un parasito como yo?

La conocí cuando ella cumplía los veintidós años, iba a la universidad prestigiosa y costosa, la matricula de un año de su universidad pudo haber sido suficiente para pagar la casa donde crecí, los niños ricos como ella solían pasar en sus deportivos donde vivía, compraban sus autos en agencias donde me arrestarían si yo pusiera un pie dentro, y comían en restaurantes donde trabajaba para disimular mis actividades ilegales.

Fui mesero en decenas de restaurantes, pero mi verdadero negocio consistía en repartir mi producto entre los comensales jóvenes y adinerados. Tenia una cartera de clientes de todas las clases sociales, desde empresarios poderosos y vagos que vivían debajo de un puente el año pasado me interrogaron durante dieciocho horas, por la muerte de uno de mis clientes, el muy imbécil llego en un deportivo ultimo modelo a una area de trafico y le dispararon para robarle el auto, la policía me tuvo de cabeza porque era el hijo de un político poderoso y me acusaron de causar el asesinato. 

Me soltaron una ves que encontraron a los atacantes muertos en una pelea entre bandas rivales en el sur del estado, los zorros del desierto dejaron un reguero de sangre por conseguir hacerse con el poder en el norte del estado, los reyes del sur enfrentaron a esos bastardos pero su poder militar no era tan grande, muchos de los zorros fueron ex miembros de la milicia, los militares y algunos de ellos habían servido en el extranjero. Su fundador fue un viejo que estuvo en Vietnam, uso esas tácticas de guerra para hacerse con el poder de la costa sur.

Mi padre había muerto en un tiroteo en el centro de la ciudad cuando tenía solo diez años, y mi hermano murió en combate un año antes de que abandonara al escuela, un día un tipo del ejercito llego a mi escuela con su uniforme de gala a dejarme una jodida bandera y un premió por servicios a la patria, se me otorgo un crédito de un año y un puesto en el ejercito si quería tomarlo, el muy hijo de puta había perdido un soldado y quería que el puesto fuera remplazado con migo. Pero yo no era un patriota como mi hermano, ni un sicario como mi padre, ni siquiera como un revolucionario como mi abuelo.

Fue con eso en mente que me uní a una pandilla, había robado una motocicleta cuando cumplí los quince, y los miembros la modificaron para que no fuera rastreada a su dueño original, viaje en ella durante dos días seguidos cuando fue el funeral de mi hermano, viaje por toda la costa hasta donde me alcanzo la gasolina, tuve problemas en varios bares desde un punto a otro de la costa, fui enviado a prisión por robarle a unos motoristas sus billeteras, me golpearon en un callejón una semana después de haber sido arrestado. 

Cuando volví me entero que la guerra había iniciado entre las familias criminales, mi barrio había sido barrido por las balas mientras yo estaba de luto, los cobras habían iniciado la guerra, los italianos proveían armas, los mexicanos estaban ganando territorio y los colombianos estaban en tierra neutra por el momento, la mafia de nueva york inicio a controlar el territorio después del desastre que dejaron los grupos violentos. 

Fue esa serie de eventos lo que provoco que yo iniciara como contrabandista y guardián de guaridas de los grupos criminales, fueron esas razones las que me llevaron a conocerla a ella, y las razones por las cuales yo le parecía tan atrayente, estaba lleno de moretones, cuchilladas y disparos, no como los niños ricos que ella conocía. Los barrios que ella frecuentaban costaban más que los edificios donde solemos vivir tipos como yo, ella tomaba champan caro mientras que yo compraba cerveza barata que amontonaba en el refri, ella conocía a tipos que habían estado estudiando y viviendo en Europa, y yo tipos que habían escapado de la violencias de pandillas en todo el continente. 

El tipo más peligroso que ella conocía era un líder del trafico de arte en Manhattan, mientras que mis amigos habían pasado todos al menos dos años en prisión, ¿Por qué nos conocimos... tal ves fue su mala suerte?

Eso me preguntaba mientras era arrastrado a una camioneta... eso me paso por la mente mientras escuchaba gritos en una habitación... eso me paso por la mente al escuchar el primer disparo...

Yo soy alguien con muy mala suerte.... y todos los que están a mi lado también sufren por la violencia que me rodea. 

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