🍼 Once

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Jeongyeon mantenía su vista fija sobre Mina, la pequeña se encontraba sentadita en el sofá, manteniendo su espaldita recostada porque en muchas veces se iba de lado, tenía su chupón en la boca y no podía dar una imagen más angelical, eso era muy sospechoso para Jeongyeon.

"¿Por qué tan obsesionada conmigo?"

La pequeña Kim tenía un piloto cerrado subiré su camisa, un poco nerviosa por la mirada de Jeongyeon, pues la chica tenía varias razones para sospechar que ella no pensaba como un bebé común, aunque quizá solo era una exagerada, Mina seguía siendo una pequeña inocente.

– Jeon, cuando te dije que miraras a Mina un momento no era tan literal –la tía Nayeon volvió a aparecer, quién sabe a dónde se había ido, aunque el biberón en su mano le daba una pequeña pista.

"La tía Jeon es rara, tía Nayeon, me causaba escalofríos"

Nayeon tomo a Mina para poder sentarse en el sofá y colocarla en una posición correcta para tomar su alimento, y la pequeña bebé se sentía feliz en los brazos de su tía, recibiendo su atención como siempre debía ser, acercó el biberón a su boquita luego de quitar el chupón y Mina hacía todo el trabajo.

– Es que te digo que esa bebé es más de lo que aparenta –acuso la alfa, no era que tuviera algo contra la cachorrita, pero simplemente parecía ser que esa pequeña si sabía muchas cosas y entendía muchas otras.

"¿No me digas? JAJAJAJA"

– Ahg, tu eres la que la molesta –regaño Nayeon– siempre estás acusándo la pobre bebé.

Mina quizo sonreír pero si sería sospechoso, así que siguió concentrada en su biberón, cómo si estuviera ajena a la plática que la pareja mantenía, se sentía un poco mal por la tía Jeon, pues ella tenía algo de razón, pero no haría nada al respecto

– ¿Entonces como explicas que te marca con su aroma?

"No hay explicación tía Jeon, te estoy declarando la guerra'

Nayeon se río por lo dicho por si compañero y volvió su vista a la bebé, que ya tenía su manita sobre la suya en el biberón, era exactamente como los bebés lucían, no entendía la insistencia de su alfa en ciertas ocasiones, Mina solo era una tierna cachorrita que la quería mucho.

– No me digas que esto es por celos Jeongyeon –se burló la omega, es que no podía ser tan estúpida.

– ¡No es eso! –se defendió– es que parece que me odia Nayeon, y te quiere mucho a ti.

"Ay, no te odio vieja, no te agüites"

Nayeon le sonrió por sus palabras y recostó su cabeza en el hombro de la alfa, mientras la bebé seguía comiendo, la alfa la observó un rato y sin pensarlo dejo un beso en su frente, bueno quizás si estaba exagerando con el tema de Mina, talvez solo era su imaginación.

"¿Y yo estoy pintada o que?"

– Ella te quiere, solo que no es una bebé fácil –animó la omega, tenía la sospecha de que en el fondo Jeongyeon solo necesitaba que la bebé se encariñara un poco más con ella.

La alfa no respondió, solo dejándose llevar por el ambiente familia que parecía haberse creado, uno que le hizo anhelar su propia familia en un futuro.

– oye, saliendo del tema, ¿Crees que Jihyo ya haya dado a luz? –preguntó curiosa la mayor, separandose de su novia.

– Mmm no lo sé, si Sana no ha llamado...–Respondió la alfa.

Claro, la razón por la que Mina se encontraba ese día junto a sus tías, era por qué Sana tuvo que llevar al hospital a Jihyo, que se encontraba ese día en casa de los Kim, y eso solo significaba una cosa, su esclavita estaba llegando y ella estaba muy contenta.

Unos minutos después la cachorrita termino de comer, había quedado tan llena que en serio solo quería eructar y dormir como un angelito.

– Ten, dale palmaditas en la espalda, yo iré al baño –la omega le pasó con cuidado la pequeña, sentía que si la apretaba vomitaria de tanto que había comido.

La alfa tomo la pequeña adormilada, y la recostó sobre n su hombro, luego de haber colocado un palito en ella por si acaso, y con suavidad comenzó a palmear su espaldita, escuchando dulces y adormilados balbuceos de la menor, después de varias repeticiones, por fin puedo oír el esperado eructo. En ese momento la acomodo de modo diferente, acostandola en sus brazos y meciendola, viendo sus pequeñas y adorables facciones, como sus ojitos se cerraban poco a poco.

– En serio es adorable –dijo la alfa, dando un toquesito en su nariz, con lo que no contaba era que ella tomaría su dedo en su pequeña manita, transmitiendole un ameno sentimiento a la mayor.

Tal vez la pequeña Mina no era tan mala como pensaba.

Y claro, queda demostrado que todos la amaban, Mina la ama de todos.

Baby thoughts | SaiDa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora