APRENDIENDO A COCINAR (MINSUNG)

CAPITULO 28

BUSCANDO LO QUE NO SE ENCUENTRA

Acabo de besar a Minho

Dios

Y no me arrepiento

Todo paso tan rápido que mi pequeño cerebro de maní no podría procesar que esto no era un sueño o algo sacado de mi imaginación, ¿eso quiere decir que corresponde a mis sentimientos no?

- ¿Qué tanto piensas, lindo? -dijo Minho ahora ya a centímetros de mi rostro mientras me veía expectante

-nada, es solo que me sorprende que esto esté pasando, yo...-no sabía que más decir en estos momentos.

-a mí me encanto-dijo, así como así el azabache

-a mi igual-dije tratando de no sonar nervioso

-me gusta escuchar eso viniendo de ti, creo que es hora de irme...-dijo alejándose ahora de mí el más alto-te espero en las clases, llega temprano-dijo para después guiñarme un ojo y salir por aquella puerta para ver cómo se iba por el largo pasillo del edificio, dejándome aun sorprendido y con mi corazón revoloteando.

Quizás me guste un poquito más Minho, pero aun pienso que es un tonto

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Ya había pasado una semana de que había sucedido aquel beso en la puerta de mi apartamento, y también la cual había estado en recuperación aun, ya que seguía tomando medicamento y había tenido mi última visita con el doctor Seungmin.

Así que ya era sábado y aún tenía hoy y el domingo para hacer las compras pertinentes para estar listo al volver a la academia. Además de haber extrañado demasiado a Jeongin, arreglé un poco mi apartamento y fui de compras para salir y decir que almenas tengo un poco de vida social.

Ya en el supermercado ya había completo casi toda la lista de cosas que necesitaría al menos para esa semana, pero aún me hacía falta uno en especial.

Orégano

Fácil, solo debía ir a la sección de especies, y eso fue lo que hice

Ya en ese pasillo busque entre todas las especies y hierbas que habían, sin embargo, no había nada de orégano. Así que fui a una de las cajas y busqué a un trabajador del lugar para preguntarle por aquella hierba.

-disculpe, ¿usted sabe si tienen orégano? –dije

-oh joven disculpe, pero se agotó hace dos días, y no ha venido el siguiente cargamento-dijo tranquilo

-oh gracias-dije para después ir a la siguiente caja que está abierta, dentro de las seis que existían en el supermercado

¿Por qué tienen seis cajas y solo usan una, dios?!!!

Después de diez minutos y pagar por mis compras, pude llegar a mi casa con todo menos el orégano, y eso era muy importante, era algo que podría salvarme de que no tenga sazón mi comida y que el tonto, pero bello de Minho me repruebe.