PLUTÓN #2

Capítulo 2

C A P I T U L O

D O S

Llevé la barra de chocolate a mi boca y le di una gran mordida. Chris seguía ahí, sentado en el escalón, hablando consigo mismo sobre como preguntarle a Jess si quería unirse a nuestro equipo.

—¿Crees que quiera juntarse con nosotros? —preguntó, rascando su barbilla.

—Ya deja de pensarlo tanto, sólo pregúntaselo —volqué los ojos, esbozando una sonrisa.

—Tal vez es más fácil para ti decirlo.

—Bien, Christopher, yo me encargaré esta vez —aseguré, dándole ligeros golpes en el hombro.

Chris suspiró y no respondió. Y yo ya me había dado cuenta, quizá él empezaba a tener sentimientos por Jessie. Pero vamos, apenas se hablaban y la debilidad de él, era ser tímido frente a ella. Y para eso éramos mejores amigos, ¿no? Para apoyarnos.

Durante el receso, Chris se dirigió a la cafetería y yo mencioné que debía ir al baño, por lo que él decidió separarme un lugar en la mesa.

Claro que no iría al baño, sino en busca de la niña que le movía el mundo a mi mejor amigo, aunque él no quisiera aceptarlo. La mejor parte fue que no me tomó ni diez minutos encontrarla, ella estaba ahí, sentada en una mesa y concentrada en sacar cuidadosamente de su lonchera su almuerzo. Ella me conocía, pero al igual que con Chris, apenas hablábamos.

—¡Hola! —pegué un brinco, quedando de pie junto a ella.

—¡Dios! —exclamó, pues mi entusiasta saludo la hizo sobresaltar, haciéndome reír.

—Perdón —dije, intentando aguantar mi risa.

—Está bien. Hola, Brad —sonrió, formando una línea delgada con sus labios.

—Así que...almorzando.

—Eh...bueno...para eso es el receso —entrecerró sus ojos y me miró, confundida.

Ya lo sé, no dije algo muy inteligente.

—Cómo sea —sacudí mi cabeza —, quería saber si ya tienes equipo para el proyecto de ciencias —me crucé de brazos.

—Pues...de hecho no, aun no —dio una mordida a su sándwich. 

—Bueno, es tu día de suerte. Al equipo de Chris y yo nos falta una persona —ladeé la cabeza, mostrando una sonrisa.

—¿Me estás pidiendo que me una a ustedes? —arrugó su frente.

—Lo resumiste bien.

—Pues, está bien —sonrió —, significa que es el día de suerte de ustedes dos —soltó una pequeña risa.

Misión traer a Jessie a nuestro equipo: cumplida. Eso había sido más sencillo de lo que pensé.

Estaba pensando en darme la vuelta para irme, cuando un pequeño foco se encendió en mi cabeza y de pronto, tuve una idea. No estaba seguro de si era una buena idea, si mi mejor amigo terminaría agradeciéndome o terminaría maldiciéndome, pero, de cualquier forma, en ese momento me pareció un excelente y magnifico plan que les ayudaría a esos dos a romper el hielo.

—Oye, Jess.

—¿Qué pasó?

—¿Quieres venir a almorzar con nosotros? Chris ya está apartándonos una mesa.

Una sonrisa se formó en el rostro de la chica, sus ojos parecían haberse iluminado un poco.

—Claro que sí —asintió con la cabeza.

Jess se puso de pie, tomando sus cosas y empezando a caminar detrás de mí. Pasamos entre un montón de personas que inundaban los pasillos, por un momento pensé que la perdería de vista, pero cuando me encontraba fuera de la cafetería, noté que ella también había logrado llegar hasta ahí.

Abrí la puerta del lugar, dejando que Jess entrara primero. Mis ojos se encontraron con el rostro de Chris, su expresión gritaba "¡¿Qué carajos estas haciendo?!", pero ya no había forma en que pudiese deshacerlo. Me acerqué con Jess detrás de mí, disimuladamente regalándole una sonrisa a mi mejor amigo, quien necesitaba de ese ligero empujón para dar el primer paso.

—Hola —Jess se sentó junto a Chris, saludándolo con una sonrisa.

—Ah...eh...hola —mi mejor amigo respondió rascando su cabeza. Sí, esto eran nervios.  

—Oficialmente, nuestro equipo está completo —mencioné, mirando a Chris.

—¿En serio? ¿A quien conseguiste? —preguntó.

Abrí los ojos más de lo normal, apretando mis labios y señalando a Jess con la mirada, afortunadamente, ella no lo notó.

—Oh. ¡Oh! —exclamó, cuando entendió. Negué ligeramente con la cabeza, sólo podía preguntarme, ¿por qué a veces es tan estúpido? Y luego lo recordé: yo también lo soy. Quizá, precisamente por eso nos entendíamos perfectamente bien.

A los pocos minutos, Chris y Jess ya habían entablado una conversación, un poco aburrida, sobre la escuela, pero lo suficientemente buena como para romper el hielo.

—Voy a ir por un refresco, ahora vuelvo —mentí, solo para salir de la cafetería disimuladamente y dejarlos solos.

Luego de haber cruzado la puerta, recargué mi espalda sobre la pared de uno de los salones más cercanos. Observé a cada persona que pasaba, observé a un profesor escupir, me di cuenta de que a una profesora se le cayó la mitad de su hamburguesa y entonces, noté a cierta castaña impuntual junto a una chica de tez morena. ¿Por qué siempre tenia que pasar frente a mí?

Desvié mi mirada solo para encontrarme con Ashley Brown a unos metros de ahí, debió haber escuchado algún buen chiste porque no paraba de reír mientras estaba junto a Thomas. En dos segundos, sus ojos se encontraron con los míos y una sonrisa se formó en sus labios. Vi como parecía decirle algo a Thomas y entonces, la observé caminar hacia mí.

—¡Hola! —su voz optimista me saludó.

—Hola, Ash —sonreí de lado.

—Te vi que estabas sólo. ¿Esperas a alguien?

—Eh...no —negué con la cabeza —, de hecho, no.

—Faltan pocos minutos para que se termine el receso. ¿Quieres ir a...caminar?

Una caminata por los pasillos de la escuela, buena idea.

—Claro —asentí una vez con la cabeza. Eso pareció alegrarle, lo noté por su sonrisa.

Los minutos restantes del receso los pasé con ella, aunque mi mente también se encontraba preguntándose como lo estaría pasando Chris, sólo esperaba que no se molestara conmigo.

Pero así como lo tenia planeado, al volver al salón de clases, Chris y Jess no paraban de hablarse. Por otro lado, atrapé a Ashley mirándome en numerosas ocasiones, pero siempre desviaba su mirada, creyendo que no me había dado cuenta.