Otra vez sola. Otra vez si aventuras. Otra vez sola. Estaba cansada de que el profesor y Luke no la llevaran de aventuras bajo el pretexto de que era peligroso. ¿Y qué si lo era? ¿Iba a pasarse toda la vida encerrada en casa? Quería vivir. Pero, aun así, no quería reprocharles nada. Gracias a ellos vivía en Londres con gente y no con robots.
—Gracias, supongo... —murmuró mientras le daba una patada a una piedra.
No sabía cuando volverían. Preocupados por los peligros de fuera, pero no de la casa.
—Preocupados, pero no mucho.
Siguió caminando hasta que vio a una mujer tumbada en el suelo mirando por una cámara. Pensó que había gente muy rara en el mundo, pero luego recordó que tampoco es que viviera con gente súper normal.
—¿Q-Qué haces? —preguntó nerviosa.
La mujer giró la cabeza y la miró de arriba abajo.
—Ven, acércate —dijo con una suave voz.
—Se te va a ensuciar el vestido...
—¿Qué importa? Es solo ropa, se lava. Ven, acércate.
Flora la obedeció y se tumbó al lado de ella.
—Mira por la cámara —le ordenó.
Flora levantó la mirada.
—Por la cámara.
Avergonzada, miró hacia la cámara.
—Cierra un ojo, sino no verás bien.
La jove cerró el ojo derecho y consiguió ver por la cámara. Quedó maravillada ante aquel colorido escenario. Veía flores de colores infinitos, abejas bailando sobre ellas y gotas de rocío de la mañana que resbalaban por las hojas.
—¿No has visto nunca por una cámara? —preguntó divertida la desconocida.
—No... Es la primera vez. Es muy bonito.
—Entonces quizás deberías ver más a través de una cámara —se levantó del suelo y se quitó el polvo que podía tener en su vestido blanco—. Es una forma distinta de ver la vida —explicó ofreciéndole una mano para levantarse que Flora aceptó.
—No suelo salir mucho de casa...
—Deberías hacerlo. Tienes un mundo por delante. Adivino, entonces, que es la primera vez que vienes a este parque.
—Sí —afirmó avergonzada.
—Déjame enseñarte el mejor lugar de aquí —empezó a andar pero se detuvo al ver que no seguía—. ¿Vienes?
Flora asintió y la empezó a seguir hasta que dejó de ver la entrada por la que había accedido al parque.
—Seguro que este sitio se convertirá en tu sitio preferido de todo Londres —le sonrió.
La joven observó a su alrededor y confirmó lo que le decía la desconocida. La había llevado a una fuente con una estatua que representaba alguna diosa griega, que no supo identificar, por la que caía agua hasta inundar sus pies. Solo había dos bancos a extremos opuestos y miles de rosas de diversos colores envolvían el lugar.
—Es muy bonito —dijo fascinada.
—¿Verdad? Sobre todo en primavera, en invierno es un poco triste, pero sigue teniendo su encanto. Si me buscas, seguramente esté aquí.
—¿Por qué lo dices?
—Porque parece que quieres una amiga. ¿Cómo te llamas?
—Flora.
—Encantada, Flora, soy Emmy.
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Conversaciones en un parque
FanficFlora sale sola a pasear y termina conociendo a una mujer peculiar que le da conversación sin conocerla de nada. HISTORIA ORIGINAL. TOTALMENTE PROHIBIDA SU COPIA. ©Todos los derechos reservados