Capítulo 4

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Flora se acostumbró a pensar en Emmy y dejó de sentirse tan sola.

El siguiente día que fue al parque, la vio sentada en aquel banco sin su vestido blanco, vestida con camisa blanca y unos pantalones vaqueros y con una bicicleta a su lado.

—Te estaba esperando —dijo con sonrisa al verla.

—¿Sí?

—Sí —se levantó—. Me dijiste que no sabías montar en bici, así que pensé en enseñarte —dijo señanlando la bici — ¿Te apetece?

—¡Sí! —exclamó emocionada.

Emmy cogió la bicicleta y la reguló a la altura de Flora. La hizo subir y le ordenó que pedaleara suave mientras ella la agarraba del portaequipaje trasero.

—Esto es muy difícil... —dijo al cabo de un rato.

—¡Ya verás cómo lo pillas enseguida! —la motivó—. ¡Pedalea!

—¡Pero no me sueltes! —gritó, pero cuando se giró Emmy ya estaba lejos de ella—. ¡Ah!

—¡Pedalea y mira al frente sin miedo! —le gritó.

Flora tragó saliva y le hizo caso. Se asombró al ver cómo la bicicleta le obedecía y no caía.

—¡Mira, Emmy! ¡Estoy yendo en bicicleta! —gritó emocionada.

Flora se acercó a ella y bajó del vehículo.

—¡Lo has conseguido, Flora! —la felicitó.

—¡Lo he conseguido! —se abrazó a ella.

Ambas se tumbaron en el césped del parque cerca del lago y escucharon el canto de los pájaros mientras el sol les calentaba.

—Tampoco era tan difícil ir en bici —dijo Flora.

—No, pero sí lo es si no sabes.

—Sí... Bueno, quizás ha sido un poco tarde para aprender.

—¿Y qué? ¿No ha sido divertido?

—Sí —dijo sonrojada—.  Creí que nunca aprendería... Nadie quiso enseñarme y cuando fui más mayor y quise me dijeron que ya era un poco tarde para ello y que no pasaba nada...

—Quizás debas dejar de escuchar tanto la opinión de los demás. Se trata de tu vida —dijo con los ojos cerrados para que no le molestara el sol—. Es un poco como montar en bici, mirar de frente sin mirar atrás. Sí, hay que mirar a tu alrededor de vez en cuando, pero de vez en cuando. Esa es la clave —hizo una pausa—. Ya verás como te sentirás una sensación de libertad indescriptible cuando vayas en bici. Tienes que transportar esa sensación de libertad a tu vida.

Conversaciones en un parqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora