Capítulo 37.

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[Tc y Carlos]

Narra Tc.

Llegué a casa muy cansada. Primer motivo, había madrugado. Segundo motivo, los viajes en autobús me cansan mucho. Sobre todo cuando vas con una Tl amargada. Cuando por fin volví a la realidad me encontré a mi hermano observando la puerta fijamente, como si estuviese esperando a alguien.

-¡Hola Dani, he llegado! -Dije con cierta emoción por pensar que es a mi a quien esperaba.

-¿Puedes apartarte? Estoy esperando a alguien. -Joder, con que esas tenemos.

-¿Y a quién se supone que esperas?

-A alguien.

-Pues me quedaré a conocer a ese alguien.

-Pues bien.

-Pues vale. -Me crucé de brazos y me fijé en que estaba sentado en el suelo y movía uno de sus pies con cierto nerviosismo.

Cuando ya llevaba un rato esperando y vi que nadie llegaba, se me ocurrió la idea de que mi queridísimo hermano me estaba tomando el pelo, iba a reclamárselo cuando el timbre sonó y se levantó rapidísimo para abrir la puerta. No sé que me sorprendió más, ver a una chica en la puerta o ver a mi hermano derritiéndose por esa chica. ¡Pero que tiene seis años!

-Hola... ¿Quién eres tú? -Le pregunté amablemente a la niña que me miraba desde la puerta.

-Soy Paola. -Dijo mirándome de arriba a abajo.

-Ah, pues yo soy Tc y soy la hermana de Dani, ¿eres una amiga suya?

-Soy su novia. -Que directa, me está empezando a caer mal.

Observé a mi hermano que estaba prácticamente ''desmayado'' en el suelo contemplando a la chica. Me fijé mejor en ella y vi que tenía el pelo rizado y llevaba gafas. Tenía una sonrisa algo... ¿psicópata? Pero me producía cierta curiosidad el saber como alguien había podido derribar los muros de mi hermanito.

-Es la primera vez que lo veo babeando en el suelo. -Dije sorprendida.

-Pues yo siempre que lo veo está así. -Dijo riéndose.

-¿Cuántos años tienes?

-Seis.

-¿Y has venido sola?

-No, me ha traído mi hermano mayor.

-Ah. ¿Y dónde está?

-Se ha ido.

-Ah... -Que responsable tiene que ser el hermano.

-Me cae mal, me llevo mejor con mi otro hermano. -Dijo encogiéndose de hombros.

-¿Cuántos años tienen?

-El idiota que acaba de dejarme en la puerta de la casa de unos extraños para él, tiene dieciocho recién cumplidos. El otro es mi mellizo, de ahí el por qué conozco a tu hermano.

-¿Estás segura de que tienes seis años? Hablas muy bien.

-Supongo que gracias. -Quitó esa sonrisa de psicópata y puso una más normal. Retiro lo dicho, esta chica me cae bien.

-¿Quieres pasar? -Pregunté viendo que mi hermano no despertaría de su mundo.

-Claro. Por cierto, si quieres que tu hermano se espabile tienes que darle pequeño pellizco en la oreja izquierda. Parece una tontería, pero funciona. -Dijo pasando y entrando al salón.

Creo que a partir de ahora mi hermano va a empezar a ser más... normal.

Narra Carlos.

Después de este fin de semana tan loco, lo mejor es descansar y dejar de pensar en todo lo ocurrido. Por lo visto, Logan se irá de vacaciones ya mañana, no lo veremos hasta mediados de julio, cuando sea el cumpleaños del increíble James Maslow. Tc y yo hemos quedado en que mañana iremos juntos a clase. Hace unos quince o veinte minutos que estábamos juntos y ya la echo de menos. Normalmente no suelo ser tan enamoradizo, pero no lo sé. Cuando la conocí y vi que tenía muy poca confianza en sí misma me hizo recordar lo mal que lo pasé unos años atrás. No dejaré que ella pase por lo mismo. Porque a parte que sé lo que es pasar por eso, me duele que piense que no es tan bonita como las demás, cuando en realidad es preciosa y no se da cuenta. No lo digo por eso que dicen que el amor es ciego. Lo digo porque incluso desde antes de conocerla ya lo pensaba. En el momento en que casi me atropella, ahí no nos conocíamos aún, cuando la ayudé a levantarse del suelo, me miraba avergonzada y preocupada, pero yo solo quería sonreír porque gracias a eso había conocido a una chica que sabía que terminaría siendo muy especial para mi. ¿Desde cuándo soy tan cursi? Bueno, y eso que en mi es algo normal, ser ''tierno'' como dicen los chicos.

-¿Carlos? -Preguntó una voz que me resultó conocida pero aún así no reconocí.

-¿Jorge? -Dije cuando me di la vuelta y lo reconocí.

-El mismo. Tus padres me dijeron que llegarías más tarde.

-Sí, llegaría por la noche pero ha habido algún que otro problema y por eso estoy ya aquí.

-Oh, bueno, la cuestión es que nos quedaremos aquí contigo unos días. -Dijo sonriendo mientras que un niño pequeño se acercaba hasta nosotros.

-¡Hola Jesús! -Saludé al niño de seis años que me miraba sin saber quien soy. -¿No te acuerdas de mi? ¡Soy Carlos! ¡Tu primo! -El pequeño abrió los ojos como platos al darse cuenta que era yo y me abrazó.

-Ahora sí me acuerdo. -Dijo riéndose.

-Bueno, y si a mi no me falla la memoria aquí falta una pequeña diabla que siempre la liaba por cada sitio al que iba.

-Sí, bueno, he dejado a Paola en casa de un amigo suyo.

-¿Qué amigo?

-No sé, la dejé en la puerta y un niño pequeño abrió, vi que una chica se acercó y salí corriendo antes de que me vieran.

-¿Por qué corriste?

-¡La chica era guapísima! Tendrías que haberla visto, tiene que ser un año o dos más pequeña que yo.

-¿Y por qué no te quedaste a conocerla?

-Me puse nervioso, además no voy bien vestido, necesito algo más exhibicionista.

-¿Pero tú te escuchas cuando hablas? -Dije riéndome.

-Sí, caerá a mis pies.

-Pues a por ella, campeón. -Dije aún riéndome.

Pobre de la chica que sea la próxima conquista de mi primo. Me compadezco de ella.  

'Any Kind Of Guy.'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora