Capítulo 5.- Castigadas.

162 14 0
                                    

[Las Chicas]

Narra Tl.

Mierda, sabía que por culpa de el imbécil de esta mañana llegaría tarde, ¡tres horas castigada después de clase! ¿Por qué? ¿Qué he hecho para merecer esto? Llegué al aula donde estaría castigada y allí me encontré con una chica, al parecer también estaba enfadada por estar aquí.

-Hola. -La saludé.

-Hola...

-¿Castigada?

-¿No está claro?

-Perdón, pero tampoco la pagues conmigo, yo tampoco quiero estar aquí.

-Lo sé, lo siento.

-¿Por qué estás castigada?

-Esta mañana un estúpido me entretuvo haciendo el imbécil en mi moto, ¡mi moto! ¿te lo puedes creer? Lo mataría con mis propias manos. -Dijo muy enfadada. -¿Y tú por qué estás aquí?

-Otro imbécil se chocó con su coche, en la parte trasera de mi coche y salí a reclamarle que debía arreglarme el coche y también me entretuvo.

-Malditos chicos, deberían extinguirse.

-Y que lo digas.

-Por cierto, soy Tj.

-Yo soy Tl. -Dije sonriéndole.

-Y bien, Tl, ¿seremos las únicas castigadas?

-Pues... -Un ruido de la puerta me interrumpió, entraron dos chicas, que al contrario que Tj y yo, no parecían enfadadas por estar aquí. -Al parecer no.

-Hola. -Dijo una de las chicas.

-Hola. -Contestó Tj.

-Soy Tc. -Dijo la misma chica con una sonrisa.

-Yo Tl. -Le dije.

-Soy Tj. -Dijo sonriéndole.

-¿Y ella es? -Dije refiriéndome a la otra chica que había entrado con ella, la chica estaba tan contenta y tan en su mundo que no podía imaginar por qué estaba castigada.

-Es Tk. La he conocido fuera, no sé por qué de repente está así tan ida... Ey, ¡Tk! -Gritó Tc lo último para que Tk despertara de su mundo.

-Eh... Lo siento. Estaba un poco despistada. Al parecer estaremos aquí tres horas.

-Exactamente. -Dijo la directora entrando por la puerta. -Y no serán las únicas, dentro de una hora vendrán cuatro chicos que también están castigados, solo que ellos solo están castigados dos horas y por eso llegarán después, que pasen un buen castigo. -Dijo y se -marchó.

Narra Tj.

-Pero será...

-No lo digas. -Me interrumpió Tc para que no dijera nada.

-¿Por qué? ¿Qué tiene de malo? -Dije enfadada.

-Nada, pero no vale la pena.

Tc tenía razón. No vale la pena. Pero aún así me hubiese desahogado más diciendo un par de cositas de nuestra querida señora directora antes que haberme quedado callada. Mis pensamientos se vieron interrumpidos cuando escuché a Tk hablando por teléfono.

-Hola Ty, no, no me esperes. Porque estoy castigada. No Ty, no es tan raro. No siempre soy tan buena. Ay, que pesado eres. Tengo que estar aquí tres horas. No será para tanto. No soy demasiado positiva. Mira Ty, nos vemos después, por favor, vigila que Ryan no se coma toda mi comida. Vale, gracias, adiós Ty, te quiero.

-¿Era tu novio? -Dijo Tl sonriéndole.

-¿Qué? No, no. -Dijo Tk riéndose. -Era mi hermano.

-¿Tienes un hermano? -Dijo Tl.

-Tengo dos.

-¿Son mayores? -Dije.

-Sí.

-¿Cuánto tiempo se llevan contigo? -Dije.

-Son dos años mayor que yo.

-¿Los dos? -Preguntó Tc extrañada.

-Son gemelos.

-Ahora se entiende todo. -Dije y Tl y Tc me dieron la razón soltando una pequeña carcajada.

Narra Tc.

La hora se estaba pasando más rápido de lo que pensaba ya que las chicas eran bastante divertidas. Espero que los chicos que tengan que llegar después no sean unos gilipollas porque sino se cortará el buen rollo que hay aquí ya.

-Oye, Tc, ¿y tú tienes novio? -Me preguntó Tj. Que ironía, la chica más guapa le pregunta a la más fea que si tiene novio.

-No, no tengo. -Dije algo triste, pero al acordarme de Carlos, esa tristeza se transformó en una sonrisa que era incapaz de quitármela de los labios.

-¿Y esa sonrisa?

-Eh...

-¡Es por un chico! ¿Quién es? ¿Cómo se llama? ¿Cómo lo conociste? -Preguntó Tj. Sinceramente, me hacía mucha gracia ver como se comportaba.

-Se llama Carlos, lo conocí esta mañana porque casi lo atropello con la bici... por suerte no fue nada. Pero me sentí mal ya que me dijo guapa y yo no lo pensaba así y me dijo cosas muy bonitas y... no sé, no he dejado de pensar en él en todo el día.

-Oh, que bonito. -Dijo Tj. -Has llegado tarde por conocer al amor de tu vida.

-Dios Tj, ¡qué exagerada eres! -Dije.

-No es exagerada Tc, ese tal Carlos tenía razón, eres muy guapa y no deberías pensar lo contrario. -Dijo Tl. Sonreí.

-¿En serio lo crees?

-Por supuesto y estoy segura de que si Tj deja de lado esa cara bonita que lleva siempre puesta, tú sabes lo creída que es. -Sí, a pesar de que la conozco desde hace menos de una hora es la chica más creída que he conocido en toda mi vida. -Ella también sabe que eres guapa.

-Ya bueno, pero nadie supera mis encantos. -Dijo Tj mirándose en un espejo.

-¡Suelta el espejo! -Dijo Tl.

-¡Tk, dile a Tl que me deje con mi espejo! -Dijo Tj.

-Tl, déjale el espejo. Tj, guárdalo si no quieres que te lo quite yo. -Dijo Tk riéndose.

Narra Tk.

Esperaba impaciente alguna señal de vida de Kendall. Nunca antes había estado tan desesperada por recibir una llamada, mensaje... lo que sea de un chico. Necesito saber que le importo lo mínimo como para que me mande un mensaje. Solo uno. Por favor, por favor...

-Apuesto lo que sea a que Tk también ha llegado tarde por un chico. -Dijo Tl.

-Tienes razón. -Dije.

-¿Cómo se llama?

-Kendall. -Creo que si ahora mismo yo fuera un dibujo animado, tendría corazones en vez de ojos.

-Uy, tenemos a otra enamorada aquí. -Dijo Tj.

-Mejor dejemos el tema, los otros chicos castigados deben de estar al llegar. -Dije.

Las chicas me hicieron caso y cada una se colocó en una silla. Mirábamos la puerta y el reloj cada tres segundos, queríamos ver quiénes serían nuestros compañeros por dos horas más. Espero que sean majos, porque sino... estamos perdidas. Las puertas se abrieron y dejaron paso a cuatro chicos, con lo que Tc y yo, quedamos con los ojos en forma de corazón y Tj y Tl lanzaban cuchillos con la mirada. Vale, esto no va a estar mal después de todo.

'Any Kind Of Guy.'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora