'Any Kind Of Guy.'

Capítulo 50.

 [Tk y Kendall] 

Narra Tk.

Después de separarme de las chicas empecé a buscar a Kendall por toda la fiesta, no sabía si realmente habría venido o no, pero aún así seguí buscándolo sin perder la esperanza de que lo encontraría y aclararíamos las cosas. Sé que él tuvo que contarme que tenía novia e incluso dejarlo explicarme después de verla besando a esa... esa chica. Pero simplemente no pude y salí corriendo, supongo que el dolor que sentí en el pecho en ese momento me impidió poder hablar con él y actué de la peor manera posible. Hice que Kendall recayese después de más de un año, y me sentí la persona más miserable de todo el mundo, de verdad que sí. Aunque por lo que las chicas me han dicho, Kendall llegó allí bien y nadie sabe ni cómo ni por qué.

Seguía caminando entre todas las personas de la fiesta, había demasiada gente y casi no se podía ni respirar. Sentía como la música se filtraba por todo mi cuerpo por el volumen tan alto que tenía. Y por más que buscaba a Kendall, solo veía a gente y más gente bailando, lo mejor de todo es que no conocía a nadie, ni si quiera me encontré con las chicas ni con sus respectivos chicos. Y es raro no ver a Tj y James siendo protagonistas de todo esto.

Como vi que encontrar a Kendall sería más difícil de lo que yo creía, empecé a caminar hacia la cocina, a pesar de que tardaría más de diez minutos porque entre que la casa es grande y aquí no cabe ni un alfiler más, empecé a dar empujones a todo el que se interponía en mi camino. No encontrarlo me está sentando peor de lo que imaginé. Seguí empujando gente hasta que conseguí entrar a la cocina donde, para mi suerte, había muchísima menos gente y la música se quedaba atrás en cuanto cerrabas la puerta. Esto es el paraíso. Me dispuse a coger un vaso para beber agua antes de seguir con mi búsqueda. Pero cuando pensé que ya alcanzaría el vaso, una mano entorpeció el camino de la mía haciendo que el vaso cayese al suelo, y levanté la cabeza para ver al causante de ese pobre vaso que ahora, está roto.

- Hola Tk. -Y me sonrió. La sonrisa más falsa que jamás había visto. Un escalofrío me recorrió toda la médula pero aún así me mantuve firme y la miré con la misma sonrisa que ella me dedicaba a mi.

- Hola Debbie. -Al decir su nombre, algo amargo me recorrió por la garganta pero lo dejé pasar.

- ¿Sabes? Te he estado buscando.

- Bueno, pues aquí me tienes.

- Sí, he venido para decirte que Kendall y yo hemos vuelto, querida. -Sonrió más falsamente aún y el corazón se me encogió un poco. No la pienso creer. Los chicos no me mentirían de esta forma. Confío en ellos.

- ¿Sí? Pues enhorabuena, sinceramente, me importa bastante poco lo que me cuentes. -Mis palabras soltaban veneno, pero tampoco me importaba.

- No te pongas así, estaba claro que Kendall acabaría conmigo, sino, mírate y mírame a mi. Soy mucho mejor de lo que tú llegarás a ser alguna vez en tu vida. Asúmelo, así sufrirás menos en un futuro.

- Creo que la que tiene que asumir que jamás volveré contigo, eres tú, Debbie. -Esa voz...

- ¿Kendall? -Dije cautelosamente, por favor que sea él, por favor que sea él...

- ¿Quién más podría ser? -Dijo apareciendo por detrás de uno de los inmensos muebles de la cocina.

- Te arrepentirás de esto, Schmidt. -Y Debbie se fue.

- Te estaba buscando. -Dije atropelladamente.

- Pues, aquí me tienes. -Y me sonrió solo como él sabe sonreír.

Narra Kendall.

Ver como Debbie intentaba fastidiarme de nuevo llenándole la cabeza a Tk de idioteces me molestó. Pero ver como Tk no se creía nada de lo que Debbie le decía, me hizo sentirme la persona más afortunada del mundo. A pesar de que me moría por verla, por estar con ella, por poder abrazarla... sé que primero vendrá toda la ronda de preguntas para la que llevo preparándome mentalmente desde hace dos semanas. Cuando levanté la cabeza para empezar a hablar vi como Tk tenía los ojos cristalizados, ¿pero qué...?

- ¿Qué te pasa? -Le pregunté mientras que la sujetaba de la barbilla para que me mirase a los ojos.

- Que lo siento mucho, no quería que pasases por eso otra vez, yo no quería que te pasase nada, fui una inconsciente que solo se preocupó por sí misma y no te dejé que me explicases antes de que yo sacase conclusiones precipitadas. La lié de una manera que nunca antes nadie había podido superar y lo siento muchísimo Kendall, no sabes cuanto lo siento. -Escucharla decir todo eso hizo que me sintiese bien por el hecho de que ella si ha estado pensando en mi todo este tiempo, pero no quiero que se sienta culpable. Ya no.

- ¿Sabes qué? Que me da igual lo que me pasase o me dejase de pasar. Fui un idiota, debí decirte que tenía novia antes de que te dieses cuenta por ti misma, ¿pero sabes qué es lo mejor? Que cuando te conocí, olvidé por completo a Debbie, cada minuto que pasaba contigo era un minuto más que hacía que ni si quiera me acordase de su nombre. Yo no la quise. Yo estuve con ella por... digamos que por obligación, a mi me obligaron a estar con ella. Porque yo nunca quise, ni quiero ni tampoco querré. Que infierno, no sabes lo que es aguantarla. Bueno, la cuestión es que me cambiaste la vida, ¡por completo! y hablo en serio, muy en serio. Y cuando estuvimos buscando a Tl por el edificio y de repente nos separamos, tuve la mala suerte de encontrármela. ¡Y me acordé de ella en el momento en que la vi, ni antes ni después! Y lo primero que hice fue cortar con ella, se cabreó muchísimo, y ahí fue cuando te vio y me besó a traición porque sabía que tú tenías algo que ver conmigo. Hasta que salí corriendo detrás de ti y... pasó todo lo que pasó.

Creo que nunca en mi vida había sido tan sincero como lo acabo de ser. Me sorprendo a mi mismo, pero es la realidad.

- Yo... yo... -Me miraba sorprendida, quizá no esperaba tanta sinceridad por mi parte, ni si quiera yo me lo esperaba. -Te quiero. -Dijo de pronto y sentí como el corazón se me aceleraba notablemente.

- Sabes que yo a ti también, preciosa.

Y después de todo este tiempo la besé. El segundo beso que compartimos juntos pero estoy seguro de que no será el último.