Capítulo 44.

107 11 0
                                    

[Tj y James]


Narra Tj.


Hará unos minutos que James y yo llegamos a mi casa, al igual que nos enteramos de que tiene que empezar a ser mi niñero desde ya. Sigo pensando que tener un niñero es una estupidez, pero no me quejo porque es James. Aunque estaría más animada si lo viese bien a él, pero no, está tumbado en la cama boca abajo y suspira cada cinco segundos, me siento muy mal por Kendall, pero está claro que no llego ni a la décima parte de cómo se sentirán los chicos.


-¿Estás bien? -Pregunté después de un rato de silencio.

-Mejor que antes, aunque me cuesta creer que haya vuelto a pasar todo esto. -Se dió la vuelta y se tumbó mirando al techo. Me tumbé a su lado y le abracé.

-Se va a poner bien, dentro de unas semanas será tu super fiesta de cumpleaños y él estará allí con los chicos y lo pasaréis genial. -Dije intentando animarle.

-Me vas a tener que hacer un favor.

-Lo que quieras.

-Tendrás que hablar con Tk para que venga aquí para poder hablar con ella.

-¿Qué le vas a decir?

-Le voy a explicar lo que ha pasado con Kendall y Debby. -Me levanté de golpe y lo miré.

-¿Quién es Debby?


Como sea la barbie del instituto juro que los mato, a todos.


-La ex-novia de Kendall.

-¿Cómo pudo salir con esa pedazo de... -Me puso un dedo en la boca haciendo que me callara.

-Mientras yo esté delante tienes prohibido decir palabrotas. -Sonrió.

-¿Por qué?

-Porque va a ser divertido verte tragarte todas las malas palabras. -Seguía sonriendo y me empezaba a poner nerviosa.

-Eres muy cruel.

-Lo sé, pero me quieres así.

-¿Cómo estás tan seguro? -Sonrió con arrogancia.

-Mírame a los ojos y dime que no me quieres. -Le miré a los ojos y ya ni si quiera podía pensar con claridad.

-Sí te quiero, mucho. -Sonrió con autosuficiencia y me besó.

-Yo a ti no. -Se levantó de la cama y salió corriendo de la habitación.

-¡Repite eso! -Dije corriendo detrás de él.

-¡Sé que me amas pero yo no siento lo mismo! ¡Debes comprenderlo y seguir adelante! -Dijo dramáticamente.

-¡Tú ibas para actor y te quedaste a medio camino!

-¡Consíguete un novio!

-Vale. -Frené en seco, le guiñé un ojo y salí por la puerta de mi casa.


James me seguía para ver que hacía y yo no paraba de sonreír. Me crucé con mi vecino y le di las gracias a Dios por este momentazo que voy a vivir ahora.


-Me tienes que hacer un favor... -Le susurré y me sonrió mirando por encima de mi hombro.

-¿Os gustáis y te ha dicho algo y te quieres vengar?

-Que bien me conoces. -Le abracé y él me devolvió el abrazo. -¿Tiene buena cara?

-Juraría que en cualquier momento vendrá a partirme la mía sino me alejo de ti, aunque bueno, es divertido verlo rojo de furia. Se va. Se va. ¡Corre que se va! -Me reí y me separé para correr dentro de mi casa.

-¡Gracias, te debo una!


Narra James.


Nunca me había arrepentido tanto de decirle a alguien que no le quiero. Aunque ella simplemente lo haga para molestarme, me da igual porque lo consigue, me molesta verla con otro que no sea yo. Puede que suene muy posesivo pero es que no puedo. Nunca he tenido a nadie que estuviese ahí para demostrarme que me quiere y sin embargo, ella lo hace. En pocos días se ha vuelto indispensable en mi vida, no sé qué haría sin ella. Y por ahora no lo voy a comprobar ya que estaré con ella las 24 horas del día. Soy su niñero y si le prohibo ver a otros chicos, tendrá que hacerme caso. Me tumbo boca abajo en el sofá, como cada vez que me molesto con algo y escucho a Tj entrar riéndose. Que se ría, pero a mi no me hace gracia.


-¿Te has enfadado? -Dice aguantándose la risa.

-¿Yo? No. -Dije cortante.

-Oh venga, no te enfades, tú me has provocado y yo me he vengado. -Dijo acariciándome la espalda. ¿Cuándo se había sentado a mi lado?

-Pues vaya asco de venganza.

-Poniéndote celoso solo me demuestras que me quieres más de lo que yo pensaba. -Dijo riéndose.

-Sigo sin verle la gracia.

-Tengo hambre.

-Y a mi qué me cuentas.

-Pues que eres mi niñero, te pagan por cuidarme y yo no sé cocinar... así que, creo que vas a tener que levantar el culo de este sofá y prepararme algo.

-¿Desde cuándo eres tan mandona? -Dije sentándome y quedando muy cerca de su cara.

-Desde que trabajas para mi.

-¿A partir de ahora será así? ¿Tú mandas y yo hago, o cómo?

-No estaría mal que hicieras todo lo que yo quisiera. -Sonrió.

-¿A parte de cocinarte algo, quieres que haga algo más? -Dije acercándome un poco más.

-Sí. -Se mordió el labio.

-¿Me lo vas a decir o vamos a estar así mucho rato?

-Quiero que me beses. -Sonreí y me acerqué pero me apartó. -Pero no ahora, cuando me prepares algo de comer a lo mejor te dejo que lo hagas. -Gruñí en respuesta y ella sonrió.

-La próxima vez que vuelvas a hacer algo así dudo poder controlarme.

-Bueno, así te voy adiestrando.

-Me estás jodiendo. -Dije con la boca abierta.

-Quiero raviolis. Sí, raviolis, no me mires así. No tardes en preparármelo, te quiero. -Dijo alargando la última o del te quiero para parecer más infantil y subió las escaleras... Yo... La mataré. Sí, eso haré. Si me vuelve a dejar con las ganas de besarla en cualquier lugar que estemos, la mataré.

'Any Kind Of Guy.'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora