LA CASA DE LOS DULCES ～Un petit nid～

Parte 16

A pedido de Rio, cenaron en un restaurante familiar local y eran las 8:00 p.m. cuando Kase y Agi regresaron al departamento. Dejaron sus cosas en la entrada y Agi se volvió hacia él.

"Hiroaki, ¿estás bien? Parecías bastante agotado desde la cena."

"...No es nada."

Kase mantuvo su rostro hacia abajo para evitar el contacto visual y se quitó los zapatos. Kase había estado en silencio todo el viaje de regreso, pero Agi le dedicó palabras amables sin ninguna pista de que se hubiera sentido ofendido por su comportamiento.

"Supongo que el viaje en auto debe haberte pasado factura. Deberías descansar temprano esta noche.

Kase saltó hacia atrás sorprendido cuando Agi de repente pasó sus dedos por el cabello de Kase. Estaba tan sorprendido que su espalda golpeó la puerta principal con un fuerte golpe. Agi abrió mucho los ojos y Kase rápidamente bajó la cabeza.

"... ¿Recordaste el accidente?"

Agi dio un paso hacia Kase, y las puntas de sus pies entraron en la vista de Kase. Kase quería retirarse, pero estaba atrapado en la puerta y no podía moverse. No quería que Agi se acercara más a él. Era sofocante y le dio ganas de gritar.

"Lo siento por lo de hoy. No sabíamos sobre tus circunstancias, y no estábamos pensando cuando te invitamos a salir".

No, no fue eso. Kase negó con la cabeza. Pero no sabía qué lo agitaba tanto. Mientras Kase permanecía en silencio con la cabeza gacha, Agi volvió a pasarle los dedos por el cabello.

"Si no te sientes bien, ¿quizás deberías irte a dormir? Un buen baño largo también podría ayudar."

Agi usó una voz como si estuviera calmando a un niño pequeño, y en un instante, emociones feroces brotaron dentro de Kase. Quería que Agi lo tocara más. Mucho más. Quería que Agi le acariciara la cabeza. Quería que Agi se pasara los dedos por el pelo. Quería que Agi lo sostuviera cerca. Sus emociones se desbordaron de él como agua caliente de un manantial subterráneo que brotó y no se detuvo.

"... Agi-san".

"¿Mmm?"

Kase había gritado su nombre, pero ninguna otra palabra salió de su boca.

"¿Qué ocurre?"

A pesar de que Agi le hizo esta pregunta, la presión sofocó su pecho y no pudo hablar.

Se miraron a los ojos, y solo el tiempo avanzó entre ellos. Con la impaciencia presionando su espalda, Kase acercó su rostro y besó a Agi.

No fue rechazado ya que pasó un segundo, dos segundos y más tiempo.

Cuando Kase apartó los labios, Agi lo miró sin comprender.

"... ¿Qué pasó de repente?"

Kase acababa de besarlo, pero Agi no parecía afectado por ello. La reacción lo agravó.

"No lo sé", respondió Kase con irritación. Realmente no lo sabía. ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Cómo? ¿Cómo se desarrollaron estos sentimientos? Pero ahora que los tenía, todo había terminado.

"... Creo que estoy enamorado de ti".

Cuando Kase lo puso en palabras, Agi le dio una expresión muy complicada.

Kase supo sin preguntar qué significaba esa expresión. Perdió toda la fuerza de su cuerpo y sintió como si un largo túnel hubiera aparecido frente a él. Tenía que caminar solo por este túnel oscuro como boca de lobo, y no había opción de no entrar en el túnel. Cuando se trataba de amor, ya no podía decidir nada por sí mismo.