LA CASA DE LOS DULCES ～Un petit nid～

Parte 14

Rio tuvo que escribir un ensayo sobre sus recuerdos de verano como parte de su tarea asignada para las vacaciones, por lo que todos se fueron de viaje a la playa juntos en su día libre. Chise se había acercado a Kase con las manos juntas y le había pedido que la acompañara porque no quería causar ninguna especulación indebida en la escuela si Agi era la única que estaba con ellos.

"El Día de los Padres está programado para justo después del comienzo del segundo semestre, y creo que probablemente leerán sus ensayos en clase. Cuando el hijo de un hogar de madre soltera habla sobre un tío Agi en su ensayo, la gente va a hablar y especular al respecto. Pero no puedo decirle a Rio que escriba mentiras, y es por eso que estás aquí, Kase-kun".

Chise ya se había explicado varias veces antes de esto mientras conducía el SUV de Agi.

"¿Qué especulación? No es extraño que una mujer soltera tenga un hombre cerca".

El dueño del carro estaba en el asiento del copiloto todo holgazán con los pies estirados. Se veía bastante incompleto con sus pantalones cortos, su sudadera con estampado hawaiano y sus lentes de sol.

Chise suspiró con las manos en el volante. "Eso es cierto, pero siempre hay algunas personas que hablan de cosas de todos modos. No me importa lo que digan de mí, pero me sentiría mal si los niños comenzaran a contarle cosas a Rio. Quiero decir, ya lo llaman pequeña cochinilla".

Eran solo estudiantes de primer grado, y las cosas no habían llegado tan lejos como para intimidar, pero aparentemente Rio sobresalía del resto de su clase. Chise dijo que ayudó mucho que Rio estuviera tranquilo y tan bien portado.

"Bueno, una gran persona dijo una vez que el bien viaja a paso de tortuga. Rio puede tomarse su tiempo y crecer a su propio ritmo. Además, me sentiría solo si crece demasiado rápido."

"Es cierto. Si se apresura a crecer y se convierte en un hombre como Mutou que sextuplica a los demás al llegar al instituto, te tirarías de los pelos".

"¿Sextuplica? Estás loco.

Desde que Kase empezó a verlos fuera del trabajo, notó una vez más lo bien que se llevaban Agi y Chise. No había indicios de nada romántico entre ellos, pero Kase sintió una profundidad en su relación similar a la de una feliz pareja casada.

Kase bajó un poco la ventanilla del asiento trasero y dejó que la brisa le diera en la cara. Se había estado sintiendo cada vez peor desde que llegaron a la autopista. Cada vez que el coche hacía un cambio de carril, sentía un ligero mareo repentino.

Rio estaba sentado junto a Kase comiendo sus bocadillos cuando habló. "Oh, sí, Hiro-kun. ¿Recuerdas al niño de la vez pasada con el gato?

Agi se dio la vuelta y preguntó: "¿El niño que acosó al gato?"

Río asintió. "Escuché que pasará el resto de las vacaciones de verano con su abuela en Nagano. Puede que no regrese para el segundo semestre. Había un chico mayor que lo sabía y me lo dijo".

"... Hnn. Bueno, nunca sabes lo que te depara la vida. Rio, dame un pastel de allá atrás. Algo bueno."

Agi cambió de tema y Rio preguntó: "¿Algo bueno?" y comenzó a buscar en una mochila.

La semana pasada, Kase había llamado a la oficina del gobierno por ese niño en particular. Había encontrado la determinación para hacerlo, pero sobre todo porque no podía permitirse hacer nada al respecto. Había vacilado por teléfono, incapaz de explicarse muy bien, pero aparentemente la oficina había recibido varias llamadas telefónicas sobre el niño, y el trabajador social ya estaba en conversaciones con los padres del niño. Cuando Kase terminó la llamada telefónica, le quedó un regusto amargo en la boca.