Por Primera Vez
Alexandra
Me trenzo el cabello como vieja costumbre, abotono la chaqueta y guardo los cuadernos en la mochila.
Mentiría si dijera que no me duelen los músculos, que no me pesan los ojos y me duele la cabeza.
El entrenador dejó mi cuerpo adolorido, pero la verdad es que me dormí muy tarde hablando con mi madre y contándole sobre mis pequeñas vacaciones.
Eso sí, ella no mentía con respecto a ponerme al día con las clases, tuve que hacer resúmenes de los últimos días y ya estoy al tanto que el profesor repartió las notas del examen.
«Espero no haber reprobado»
El desmayo fue excusa, pero sé que a la mínima va a citar a mi madre.
Cuando subí a mi habitación, repasé todo como si llevara años sin dormir aquí.
La ventana seguía sellada, esta vez las cortinas eran blancas ya que mamá había echado a lavar las mías. La cama estaba perfectamente tendida y la habitación tenía un olor suave como a frutas, supe enseguida que las manos de mi madre habían pasado por aquí.
Justo ahora me encontraba despidiéndome de mi madre, lista para irme al instituto.
-Ni se te ocurra desviarte -. Me advierte.
-Claro que no. Vengo directo a la casa, me cambio, y ya luego paso por lo de los Grayson.
-Nos vemos allí entonces -. Mamá besa mi frente, pero en últimas termina apapachurrando como a una bebé.
-Que te vaya bien.
-Igual.
Me despido y dirijo hacia la verja. Guardo el celular en la mochila en el trayecto y para cuando aseguro la verja siento una voz demasiado conocida detrás de mí.
-¿Cómo amaneciste?
-Brava, y pretendo ignorante que yo con falsas no hablo- Le paso por al lado y la siento resoplar.
-No seas así.
-Es la verdad.
-No lo entenderías...
-¿Qué no qué?- Volteo a encarar a Ann. - Tu misterioso novio es un secreto insignificante en comparación con la situación que he vivido las última semanas, sin embargo confié en ti y te lo he contado todo.
-Tienes razón -Reconoce. - Pero por ahora no puedo contarte, cuando sea oficial serás la primera en saberlo, lo prometo.
-¿Pero para qué me lo dijiste si ibas a dejar el tema a medias? - Me quejo.
-Necesitaba decirlo porque es que...aún no me lo creo -El brillo de sus ojos delata lo emocionada que está, por ese motivo decido hacer a un lado mi molestia. Ann lleva semanas nerviosa y asustada por mi culpa, si esto la está haciendo feliz no puedo estropearlo.
(...)
La entrada del instituto nos recibe, junto con Ellis, quien no pone buena cara cuando me ve, sí porque aunque disimule a leguas se nota que no le caigo muy bien.
- Hola Ale, veo que has vuelto - Me besa la mejilla en un beso tan fingido como el saludo que le doy.
No es ningún secreto que Ellis y yo sólo convivimos por Ann, porque es amiga de ambas. Supongo que ella tiene ese desazón porque Ann me dedica más tiempo a mí.
No hallo novedad cuando paso por los distintos salones recibiendo clases en el transucurso del día.
Al llegar a Matemáticas casi chillo de la emoción, resulta que Bel también se había cambiado de grupo y ahora asistíamos al mismo.
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ALEXANDRA PIMENOVA
Mystery / Thriller«No confíes en nadie mi bella princesa, no aún» Mientras uno desmantelará el circo, otro no descansará hasta convertirte en cenizas... Mientras uno te prometerá amor eterno, otro sueña con arrancar tu cabecita y beber de la sangre que ésta desprend...