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                   La más torpe casualidad

Sin importar lo mucho que corrí y me agite nuevamente llegue tarde a el colegio despeinada y excesivamente agitada.

Entre  a el salón de clases, por suerte el maestro estaba  entretenido hablando con una alumna, aproveche para escabullirme por el salón ente puntitas esperando no ser atrapada en mi intento.

-¡Erikson! - Gritó y solo me inmuté a voltear lentamente mientras abría los ojos esperando uno de sus sermones. - Siéntese y espero que no llegue tarde de nuevo aun que conociéndola le entrará por un oído y le saldrá por el otro - añadió mas tranquilo

Mi lugar era el penúltimo y el de mi mejor amiga el ultimo, inmediatamente me giré conversar con Amelia sobre alguna tontería como siempre.

-¡Hola!- salude animada, mi estado de ánimo siempre era feliz

-Tu siempre llegando tarde- dijo brindándome una gran sonrisa

-Anoche estuve despierta hasta tarde dibujando, ya sabes que eso me tranquiliza

El día paso muy rápido, después de salir de el instituto fui con Amelia a ir de compras, aun que a mi me aburría por completo pero a Amelia le encantaba así que salió chantajearme con comida para ir y siempre era imposible negarle esa propuesta ya que me encanta.

Después de haber comido una buena Hamburguesa con sus papas fritas salimos de el centro comercial con muchas bolsas y miramos una cafetería nueva que había puesto cruzando la calle así que decidimos ir

Al cruzar la calle por los dos lados rápidamente y cómo no vi autos pase tranquila sin apurarme, una de las bolsas que traía se deslizó de mis manos y al intentar cogerlo una de las bolsas de Amelia también cayeron al suelo, me agache rápidamente a recogerlo todo.

Inesperadamente sentí un empujón que me tumbó hasta el suelo haciendo que me golpeara la cabeza tirando lo que había juntado, me maree y todo se volvió negro en un segundo.

Ich tu dir weh *Terminada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora