Solo ven y quítamelo

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Una despedida se hacía presente, dos hermanos se despedían dulcemente, uno ocultaba sus sentimientos por ahora para no preocupar a su hermano mayor.

- Senjuro me tengo que ir - dijo mientras abrazaba a su hermano dulcemente - Regresaré pronto lo prometo.

- ¿lo prometes? - Sonaba un poco desconfiado, aveces su hermano solía tardar más de lo debido.

- Lo prometo - se separó del abrazo y se Agachó a la altura del menor - Ademas prometo traerte algo si llego tarde.

- No necesito que me traigas nada, solo quiero que regleses bien - lo decía sinceramente, además sabía que su hermano le traería algo, siempre lo hacía.

Kyojuro agarro las manos del rubio más chico, tratando de trasmitirle cariño y seguridad a este.

- Prometo que regresare pronto, solo será una misión rápida. - No iba a decir que tal vez se enfrentaría a una luna.

-Está bien. - Suspiró.

Por fin se separaron completamente, Kyojuro ya tenía que irse y lo sabían, su misión quedaba un poco lejos de donde vivían por eso se iba temprano.

- Adiós hermanito - Le dio una leve caricia en la cabeza. - Te quiero mucho.

- Adiós hermano, yo también te quiero mucho! - el rubio mayor ya había salido de la casa, y el menor solo miraba como se alejaba.

Senjuro se quedó allí parado durante unos minutos, tenía que hacer sus deberes de la casa, no podía quedarse más tiempo allí. Le deseaba mucha suerte a su hermano.
Siempre que el alfa mayor se iba, el siempre se quedaba con pesar, y sobre todo con preocupación, tenía miedo de que un día de estos no regresara, el que ya nunca lo pudiera ver.

Cuando Kyojuro se iba, el pequeño se dedicaba a limpiar para sacar el estrés que sentía en ese momento y está vez no sería la excepción.
Entró a su casa, se dirigió al cuarto del baño para empezar a preparar los jabones y el agua que ocuparía para limpiar.
Primero empezaría con todo el piso y los muebles.
Salió del cuarto del baño, y se dirigió a la sala principal recogió todas las cosas que había allí, no dejaría nada fuera de su lugar era obsesivo con la limpieza, se remangó la ropa y entonces empezó a trapear, trapeaba fuerte tratando de quitar toda mugre existente, hasta que sus rodillas se abrieron, por andar tan agachado se había raspado por trapear de la manera tradicional.

Pero no se detuvo, no podía, ni si quiera sentía el dolor, no se había percatado de lo que le había pasado.
Lo siguiente fueron los muebles de toda la casa, quitaba el polvo con un trapo, Limpiaba todo menos el cuarto de su padre allí no podía pasar ni de chiste si llegaba a pasar, le iría horrible.
Acomodaba todo, limpiaba toda la casa incluyendo los baños, esto lo hacía por su ansiedad. Y cuando ya estaba apuntó de terminar su trabajo fue interrumpido por una muy conocida voz.

- Senjuro - Hablo en voz fuerte el alfa, el Rengoku menor salió de donde estaba para dirigirse hacia su padre.

- ¿si padre? - Tenía la mirada agachada no podía soportar la mirada de su mayor.

- ¿que estas haciendo? - El rubio se confundió ante su pregunta pues siempre sabía que el hacía eso cuando su hermano se iba.

- Estoy limpiando padre.

- Ya veo - se veía más tomado de lo normal - Iré a comprar más alcohol, no puedes salir de la casa. - El joven nunca lo hacía.

- Si padre.

Sin más el mayor empezó a dirigirse a la salida de su casa, Senjuro quería detenerlo no le gustaba que su progenitor tomará tanto.
Además está vez apestaba más a su bebida alcohólica era peligroso que saliera así. Pero no podía hacer nada por más que tratara de detenerlo Shinjuro le pegaba o le contestaba y eso no le gustaba.