Sigo sin un número de teléfono ni la manera de poder comunicarme, sólo en los lugares donde hay alguna señal de wifi o esperar a la casa.
El día comenzó un poco raro, después de una noche reflexiva y una publicación en Facebook sobre lo mal que la estaba pasando, donde muchas personas me mal interpretaron pensando que yo ya me quería regresar o cosas parecidas. Y es que tengo que decir la verdad, al menos desde mi punto de vista y es que no importa quien seas, tarde o temprano sufrirás de un golpe de realidad, donde pensarás en la vida, en las diferencias de cultura, de lenguas, etc. Todos estos pensamientos estarán en tu mente uno tras otro. Aunque también fue un poco todo lo que había a cuestas, el riesgo de reprobar en la universidad porque dos semanas antes me cambiaron de carrera y ciudad, alejarme de mi familia, dejar una relación muerta de la cual tenía la esperanza sobreviviera, aunque no fue posible nunca. Yo creo que después de platicar con varios, lo más difícil es no poder estar despierto a las mismas horas que las personas con las que sueles platicar en México. Y cómo no tienes amigos de este lado por decirlo así, al menos estos dos primeros días, eso hace un poco melancólico el asunto. El esperar la hora para poder hablar con tus parientes y que no estén dormidos, creo que eso sólo se arregla de dos maneras, una es acostumbrándote como a todo en esta vida, y otra es comenzado a tener muchos amigos para hablar y demás, pero bueno, igual y en otra ciudad, donde todos son diferentes a ti tanto mental como físicamente, pues es un poquitín más difícil, más no imposible.
Vivir solo en el extranjero exige fuerza, tanta como uno no podría imaginarlo y me tocó aprenderlo a la mala.
Pero bueno, ya hablando del día, estuvo un poco diferente, en el centro de idiomas, donde en un mes debemos duplicar nuestro nivel de francés; todo bien, Robert me llevó en la mañana para que no me perdiera, ahí conocimos a Paol André, quién será el asistente durante nuestra estadía, no sé que edad tenga, máximo ha de tener unos 20 años, es un chico rubio y alto con grandes y perfectos dientes y su voz juvenil, quién habla de verdad muy rápido pero se ve que está aquí porque le gusta la experiencia; nos recibieron a todos en una pequeña junta y nos separaron en los niveles que nos corresponden, es raro recibir clases totalmente en francés de una manera natural, intercambiar información y en mi caso hasta bromear ante la profesora. El centro de idiomas se llama CIEL Bretagne, un centro de idiomas para extranjeros que tiene un flujo de personas muy grande por año, ya había googleado sobre él y habían unas fotos hermosas, que se quedaban muy cortas a lo que se ve en la realidad, los hermosos pasillos, los olores, su localización al lado de canales de agua y esa estructura tan especial, mi salón está en el segundo piso, el cual tiene unas muy grandes ventanas, desde donde podemos ver el agua del mar en lo que es como un canal que va directo al mar.
(Parte frontal de Brest, se podría decir que vivo del otro lado de este cuerpo de agua)
También hoy hemos podido usar el transporte público, nuestro asistente Paol nos llevó a todos los 40 estudiantes caminando por las desiertas calles, Brest es una ciudad muy tranquila, de menos de 40 mil habitantes (VNSA en Ags tiene 400 mil personas imaginen la diferencia de personas) los cuales en su mayoría son personas de la tercera edad; algo que me dio mucho gusto fue el confirmar que los mitos son reales, los buses son extremadamente perfectos, en hora, limpieza, respeto, etc. Además, que hay aplicaciones para saber la hora exacta en que van a pasar y las mismas paradas tienen toda la información para que no ten confundas y sepas todo completamente. Nos llevó al centro de la ciudad, primero para mostrarnos algunos lugares importantes, pero sobre todo para llevarnos a las oficinas de movilidad para hacer un trámite muy importante. Hoy sacamos tarjetas por poder viajar en cualquier trasporte sin problemas por 28euros, nunca había imaginado algo así, pero es sumamente practico, más para este mes que planeamos salir todo lo que sea posible. En mi salón está Idalia, la amiga de Sofía, pudimos establecer una pequeña amistad, estuve todo el tiempo con ellas, con excepción de esos lapsos que pasé con Paol, enseñándole malas palabras mientras íbamos en el Tramway, además de hacerle algunas bromas, la mayoría de los becarios hablan entre sí contando una y otra vez cómo fue su proceso, su entrevista y su camino para acá, casi nadie se anima a hablar en francés, más que un chico de más de 30 años que ha vivido más de un par de años en Qébec, a quién le podemos distinguir entre todos por su seguridad y su francés tan bien hablado.
Después de haber sacado todas nuestras tarjetas y que Paol nos enseñara una plaza de la ciudad nos dejó ir como pudiéramos a casa, me separé con Sofí, Idalia, un chico llamado Memo y no recuerdo quien más para regresar a casa, caminamos mucho para ver precios de comida y demás, ya que no dejamos de ser estudihambres y nos hemos propuesto no gastar más de 8 euros diariamente para cuidar nuestro presupuesto. Aun esperamos el primer pago de nuestra beca, así que a sobrevivir como si fuéramos Bear Grills, además de que se nos han dado dos opciones, regresar a las 3 pm a casa y no salir hasta el día siguiente o ir a descubrir un lugar del cual no conocemos absolutamente nada. Finalmente llegamos a McDonalds o mejor conocido aquí como "McDo" con el mito de que sería súper barato, pero nos dimos cuenta que no, y descubrimos una manera tan diferente de hacer pedidos allá, todo se hace en una pantalla, donde seleccionas todo lo que quieres, ya solo seleccionas si quieres pagar con tarjeta en el acto o pagar con efectivo al ser llamado con tu número.
Y para regresar a casa hemos viajado por primera vez sin compañía, vaya que es una aventura, pero no imposible, ya que hay muchos mapas e información precisa, además de personas que van a ayudarte en cualquiera de tus dudas, de hecho este día me he perdido, al intentar regresar a casa, pude tener en mente las direcciones y las señas que me hizo Robert en la mañana, así como el número del bus que viene a casa, pero no había puesto mucho atención, probablemente es que quería que fueran por mí. Tomé el bus y bajé donde recordaba debía hacerlo, al revisar la información del bus y revisar el mapa, me di cuenta que debía esperar alrededor de unos 15 mintuos, pero cuando este pasó, al preguntan al conductor me di cuenta que me había equivocado y que la parada era la que se encontraba enfrente, afortunadamente encontré también a otra becara, que a ser verdad es fácil reconocernos, tanto por nuestros físicos y pieles como por una mochila roja que nos fue regalada a todos y la gente sin dudas ha podido ver en las calles estos días. A nosotros nos ayudó una chica que me preguntó que si éramos españoles, hablé con ella y me dijo que en la escuela hablaban sobre USA y Mex, sonrío cuando le dije que podía ayudarle si ella quería, para saber sobre economía o política de estos dos países.
Ella me dio su Facebook, pero no la he podido encontrar, creo que eso será difícil, por no tener ni amigos, ni actividades ni nada en común, cosa que en Aguascalientes no pasa. Esperamos mañana poder ir a la playa y pasar mucho tiempo de calidad, dentro de esta pequeña nostalgia, regresar en casa es algo que anhelo mucho porque es cuando puedo hablar con mis papás y con las demás personas, por otro lado es triste porque es regresar, hacer algunas cosas y casi que esperar al día siguiente, por cierto, la rutina en la casa de los señores Georgeline es especial, ellos me han dado entera libertar para vivir como quiera en la casa, incluso tomar fotos y videos si es que quería hacerlo, solo debía recordar una cosa, que se desayuna a las 7:30am y se cena a las 7:30 pm, ya después de ahí yo sabré qué hacer, y es bien necesario notificar si no llegaré a comer.
Ya quiero ver cómo será mañana, por hoy eso ha sido de lo más significativo para mí. Este fue un día de verdad que muy calmado, pero cuando mis padres me hicieron una video llamada debo de admitir que de mis ojos brotaron algunas lágrimas.
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El diario de un MexiNaco en Francia
AdventureLo más importante de un viaje no es el destino, sino el camino mismo, ¿O no? En este pequeño libro encontrarás una de las tantas historias detrás del viaje que cambiaría mi vida donde conocí el amor, la soledad, la depresión y un montón de historia...