- 約束 -
En donde a Bokuto le regalan una cámara de video por su cumpleaños, con esta decide grabar su relación con Akaashi, y ambos prometen ver esos videos juntos cuando sean viejos.
Estaban los dos en los sillones de la sala de Akaashi mirando la televisión, y bokuto prendió nuevamente la cámara.
-¿Y ahora porque se supone que estás grabando?- Dijo Akaashi un poco irritado.
-Pues... Porque estamos en tu casa y todavía no grabé nada en tu casa- Contesto Koutaro con una sonrisa en la cara.
El pelinegro simplemente rodó los ojos y lo dejó ser.
-¡Oh, Koutaro! ¡¿Esa es la cámara que te dieron por tu cumpleaños?!- Dijo entrando en la sala la madre de Akaashi, una señora que a simple vista podías saber de dónde el chico había sacado su belleza.
-Ella es la mama de Akaashi, Rumiko-san.-
-¡Hola! ¡Soy Rumiko y tengo eternamente 17!- Dijo su típica frase haciendo una pose divertida, luego dijo que amaba mucho a su hijo, avergonzándolo un poco cuando le dio un beso en la cabeza y lo abrazó.
-Cariño, Koutaro, tengo que ir a trabajar, nos vemos luego... ¡Oh Keiji! Dale a tu amigo algo para comer, compré tus galletas favoritas y en la heladera hay un poco de jugo, ahora sí ¡Adiooos!- La mujer, luego de decir eso, cerro la puerta y se fue del lugar, dejando a los adolescentes solos.
-Deberíamos decirle a tu mamá que somos novios, digo, ella es genial y seguro nos entenderá.-
-No.-
-¡EEEEH! ¡¿Porque no?!-
-Porque por mas genial que sea, es una chusma de primera, se lo dirá a papá, y el agarrará la escopeta que tiene en su cuarto y le importará poco que sea su hijo, nos matará a ambos. Recuerda que es policía y detesta a los homosexuales a muerte.-
-Cierto...- Koutaro bajo su cabeza con un semblante triste, se notaba la rabia y la tristeza en su cara, al saber que lo que Akaashi decía era cierto. -Pero no es justo, ¡Yo quiero que todos sepan que tu eres mí novio y que te amo! ¡¿Porque solo nosotros debemos saberlo?!- Las lágrimas amenazaban salir por sus ojos. Akaashi se dio cuenta y trató de abrazarlo, pero Bokuto no lo permitió.
-Bokuto-san...-
-No, Akaashi, tienes razón, pero es que...- En esas últimas palabras su voz se quebró, y no pudo seguir hablando.
-Mírame- El peligris obedeció -Cuando cumplamos la mayoría de edad, nos iremos de nuestras casas, y viviremos juntos fuera de este estúpido pueblo, y cuando estemos allí hare que Kenma a través de una máquina de videojuegos entre a las transmisiones de todos los televisores del mundo para que ponga un video nuestro diciendo que somos novios, y así toda la humanidad sabrá cuánto nos amamos, y ya no nos importará si el idiota de mí padre nos mata a balazos porque estaremos muy muy muy lejos de el, ¿Entiendes? Incluso ya estaremos casados- Sus ojos al decirlo miraban a Bokuto con tanta intensidad que el de ojos amarillos creía que iba a matarlo con la mirada.
-Eso es imposible Akaashi, Kenma no puede hacer eso con una máquina de videojuegos...-
-No me importa, hare que eso sea posible, y si tengo que mover cielo y tierra para hacerlo y que tu estés feliz, lo haré, porque te amo demasiado- Dijo con un semblante serio y muy decidido.
Koutaro soltó una pequeña risa y dijo -Luego dices que soy yo el de las ideas locas e irraciona- El chico lo calló con un beso en los labios -Akaa- Y otro beso -Oy- Otro y otro y otro, por toda la cara.
Keiji luego de eso dijo -Bueno, tal vez me contagiaste un poco las ideas irracionales sin sentido.-
-Creo que también te contagie las muestras de amor a cada rato, diablos, incluso lo hiciste al frente de la cámara- Akaashi se avergonzó al darse cuenta de ese pequeño detalle, pero al instante le quitó la cámara de las manos a Bokuto.
-¡Oye!- Se quejo Kotaro.
-¿Cómo se apaga esto?- Dijo nervioso y avergonzado, con un seño fruncido, tratando de buscarle el botón de apagado, su cara le dio una mezcla entre gracia y ternura a Bokuto.
-¡JAJAJAJA!-
Y entre risas, el vídeo acabó.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.