- 約束 -
En donde a Bokuto le regalan una cámara de video por su cumpleaños, con esta decide grabar su relación con Akaashi, y ambos prometen ver esos videos juntos cuando sean viejos.
La cámara se encendió, dejando ver a los protagonistas de los videos con ropa navideña.
-¡Hey hey hey!- Dijo Bokuto con mucha alegría -¿O debería decir Ho Ho Ho?-
-Bokuto-san... Ya es enero- Dijo Akaashi comiendo galletas de chocolate.
-¡Eso no importa! ¡Hay que tener el espíritu navideño todo el año! ¡A demás en navidad no pude darte tu verdadero regalo!-
-¿Y es por eso que me hiciste poner este ridículo suéter navideño?- Pregunto el pelinegro poniendo una cara que decía "alguien ayúdeme".
-¡Exacto! Ahora ven aquí un momento- Dijo Bokuto poniendo la cámara arriba de la mesa y apuntando a la puerta de entrada hacia el living, dónde ambos se pusieron debajo.
-Mira arriba- Señaló Koutaro.
Akaashi al ver el muérdago se sonrojó, pero había un detalle, este, estaba hecho con hojas de su cuaderno de la escuela, y no se sabía si era un muérdago o un muñeco vudú.
-Vaya- Exclamó con fingida sorpresa -¿Lo hiciste tu?-
-¡Sip! ¡Es asombroso ¿Verdad?- Dijo alegre el peligris.
El otro chico puso una fingida sonrisa y contesto con un "si", Bokuto, que no era idiota, se dió cuenta y puso un puchero muy gracioso en los labios.
-¡AKAAASHEEE! ¡HICE ESTO PARA TIIIII!- Le lloraba mientras sacudía a Keiji por los hombros.
-Pero Bokuto-san, esto... Es algo... Am... ¿Cómo decirlo?-
-¡AKAASHIII QUE MALOOO YA NO TE QUIEROOO!- Seguía gritando el mayor, intentando salir de la puerta.
-¡Pero! ¡Bokuto-san!- El otro intentaba arreglar la situación sin éxito alguno.
-¡NO! ¡YA DIJISTE TODO LO QUE TENIAS QUE DECIR! ¡YA SE QUE NO ME AMAS!- Dramático como el solo, Bokuto puso una mano en su frente, fingiendo que iba a desmayarse.
Akaashi soltó una risita, se puso de puntas de pie, agarró al otro chico por el cuello, y lo besó. No fue ni tan corto, ni tan largo, fue perfecto, como todos los besos que se daban, lleno de amor y ternura, sin segundas intenciones de por medio, inocente como solo ellos podían ser, que transmitía todo lo que sentía el uno por el otro. Ya no importaba si el muérdago parecía un muñeco vudú mal hecho, lo único que le importaba a Akaashi era, con ese beso, demostrarle a Bokuto que lo amaba, y que amaba todo lo que el hiciera, por más feo que sea, Akaashi lo iba a amar.
Y Bokuto entendió eso, y al separarse, lo sostuvo por la cintura e inició otro beso, más profundo que el anterior, pero que transmitía los mismos sentimientos, ahora correspondidos.
Al terminar, ambos juntaron sus frentes y se miraron a los ojos, Akaashi en ese momento susurró -si te amo Bokuto-san, y ahora que lo veo bien, tu muérdago es bastante lindo ¿Sabes? Tiene tu toque-
-¿Sabias que te amo?-
-Si, lo sabía-
En ese momento, decidido, Bokuto se arrodillo y mientras sacaba algo de su bolsillo, le hizo una pregunta al otro chico.
-Akaashi Keiji, el amor de mí vida, mí todo, ¿Te casarías conmigo?-
Tras esa pregunta, Akaashi no supo cómo reaccionar, y tampoco supo cómo hacerlo cuando Bokuto sacó de su bolsillo trasero unos anillos hechos de papel de cuaderno con corazones dibujados en ellos. Lo único que pudo salir de la boca del joven fue un "Bokuto-san".
-Ya se que no son reales y que están iguales o peores que el muérdago, pero en serio quiero compartir contigo toda mí vida y no tenía dinero para unos de verdad ¡pero no te preocupes! ¡Cuando sea grande te lo propondré con unos reales! ¡Y también será bajo un muérdago real!-
-Bokuto-san- Volvió a repetir Akaashi, poniendo una sonrisa de oreja a oreja -Esos son perfectos, no necesitamos otros, me encantan-
Bokuto también sonrió y le puso el anillo en el dedo a Akaashi y viceversa. Entonces volvieron a juntar sus labios y luego, después de unos cuantos besos y susurros de por medio, apagaron la cámara.
Y así, el vídeo acabó.
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