Meguita «Zouis» Original

𝖳𝗋𝖾𝗌

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{Diciembre 2005}

El omega castaño estaba en la camilla de hospital con su pequeño cachorrito en brazos, el bebé era un omega y también era muy perezoso, en todo momento bostezaba y la mayoría de las veces se quedaba dormido.

También era algo glotón, querías estar pegado a su mamí en todo momento o con algún chupete en la boca, además, le gustaba tener la atención de sus padres en todo momento, siempre balbuceaba cosas para poder tener la atención de estos sobre él.

El omega castaño sonrió enamorado de la imagen de su bebé babeando su pequeña manita, acarició su cabecita despacio y dejó un beso en su frente justo antes de que la puerta fuera abierta.

-Hola amores -saludo el alfa moreno

-Hola alfa -saludo sonriendo

-Como están mis omega hermosos? -preguntó sonriente

-Muy bien alfa, bebé estaba babeando su mano todo el tiempo -contó el castaño

-Eso es cierto amor? -preguntó viendo al omeguita empezar a balbucear cosas mientras movía sus manos en todas direcciones

La pareja sonrió viendo a su bebé "diciendo" varias cosas de las que no tenía idea de qué se suponía que eran, el omeguita dejó de balbucear cosas solo cuando sintió a su papá alfa cerca de él, estiró sus pequeños brazitos y el alfa lo tomó en brazos.

-Eres tan hermoso bebé -dijo besando su frentecita

-Podremos irnos hoy alfa? -preguntó el omega

-Si amor, después de un último chequeo a bebé y a ti podremos irnos -dijo viendo su dedo en manos de su pequeño hijo

-Puedes hacer que se den prisa? Tengo muchas ganas de estar en el nido -pidió haciendo un puchero

-Claro amor, toma a bebé, iré a preguntar -dijo entregándole al omeguita

El omega castaño tomó a su bebé en brazos nuevamente y beso castamente los labios de su alfa antes de que esté saliera de la habitación del hospital.

-Prometo que cuando lleguemos a casa estaremos en el nido amor -le dijo al bebé

El pequeño cachorro balbuceo algo tomando la mano del omega en sus deditos para después ver esta como si fuese la cosa más preciada que poseía, balbuceo más veces con su mirada aún en ella y el mayor sonrió besando su frente.

-El nido es lo mejor del mundo bebé, papi Richard lo llena de su aroma todos los días y siempre es cómodo estar ahí, estoy completamente seguro de que lo amaras tanto como yo lo hago -dijo bajito

-Listo omega, en unos minutos vienen las enfermeras y el doctor -aviso el alfa entrando a la habitación

-Gracias alfa -sonrió el castaño

-No debes de agradecer por eso amor -respondió el moreno

Cómo lo había dicho el alfa, después de unso minutos dos enfermeras y el doctor entró a la habitación y se pusieron a hacer un chequeo rutinario tanto al bebé como al omega para saber si todo estaba en orden con ellos.

Cuando estuvieron terminados los chequeo a les dijeron que ya podrían irse a casa, solo tendrían que ir a firmar el alta y podrían estar en su cómodo nido, el castaño estaba feliz por eso.