Cierra sus ojos en una esquina
Invisible como un fantasma
Intocable como una pequeña espina
De una rosa yace marchita.
El mundo pasa sobre ella, cual pisadas tocan la tierra por debajo de los muertos
Dando un suspiro, nadie sabe en dónde se encuentra
Una nada dentro de un todo
Y un todo dentro de una nada.Hasta que tal ser, cuyo cuerpo irradia por doquier
Hecho piel de porcelana con la belleza de Afrodita
Vislumbra entre sombras y miradas, enfocadas en su dulce sonrisa.
Camina en busca de algo, ignorando la atención de los extraños
Volviéndose ansioso e indomable por el deseo de encontrar eso que le es ajeno.
Tal Adonis topa su vista en un rincón
Que del asombro, un suspiro exhaló
Al contemplar aquella muchacha
Tan ausente como la luz del ocaso
Pero radiante al igual que el astro Sol.Ella también lo sintió
Y vió con fascinación que se acercó
Sus manos tomó y él le confesó:
"Bella mía, he encontrado el cielo; y del cielo el Olimpo que los Dioses en tus ojos han concebido. "Un beso en sus labios ella posó
Con un cálido suspiro, en su oído murmuró:"Atrapa a la mariposa quien posa en mi corazón, cuales ojos no pueden ver la belleza de sus alas. Cuídala siendo devoto de su naturaleza, tómala con delicadeza y verás como mi propia alma se hará visible en la tierra
Atrapame si puedes, pequeño ángel."Él la escuchó y sus ojos cerró
Guardando en su memoria las palabras que le recitó
Pero cuando los abrió
Con lástima se percató
Que entre las sombras, la muchacha del ocaso desapareció.
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Antología de un corazón roto ©
Poetry«Pues nadie sabe hasta qué infierno se puede hundir su alma sombría.» - Oscar Wilde. * | Recolección de poemas que he escrito a lo largo de mi vida.