XI

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Desterrado de los cielos, cayendo al precipicioEl precio que pagan los rebeldes por haber desobedecido

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Desterrado de los cielos, cayendo al precipicio
El precio que pagan los rebeldes por haber desobedecido.
Hice un lecho con las cenizas, los hijos del fuego
Cuyo tacto quemó mis alas
Como el mismo infierno.

Mi piel se ha vuelto sombra
Mi voz suena aterradora
La consecuencia de mostrar mi naturaleza fue devastadora.
Mostrándoles a los superiores el concebir del amor
Miradas ciegas solo vieron la tentación
La bondad de los querubines; yo fuí su líder
En avaricia lo tomaron los serafines.

Una traición por poder
Ambición en carne y piel
La espalda me dieron, sin palabra alguna
Me dejaron caer.

La caída del cielo
La creación de dos reinos
Ahora, el infierno es mi templo.
Lucifer
Grande y celestial
De extraordinaria belleza e inteligencia
Predecesor de la maldad
Un cautivo que implora paz;
A quién el mundo odia y solo pocos lo adoran
Perdió la cordura y Satanás lo volvió su presa
Y es aquí, dónde mi historia comienza.

Antología de un corazón roto ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora